Fórmula 1Un McLaren para remontar el vuelo

Se alzó el telón y en la sala virtual de la Fórmula 1 solo cundía una evidencia: el McLaren 2016 no puede ser peor que el del año pasado. El nuevo coche que conducirá Fernando Alonso solo puede ir hacia arriba porque es imposible y casi irreal repetir los resultados de 2015. McLaren, el segundo equipo con mejor palmarés de la historia, ocupó la novena posición entre diez con los guarismos más bajos de su vida: 27 puntos frente a los 703 del campeón Mercedes. Cualquier visión de progreso tiene que ver con el desarrollo del motor Honda, el socio de McLaren que naufragó en 2015 en su debut. Se da por sobreentendido que, con un año más de rodaje y amparado por una inversión millonaria desde la fábrica japonesa, el propulsor ofrecerá potencia y fiabilidad para conseguir que McLaren recupere el prestigio.

McLaren no gana una carrera desde 2012 y Alonso, desde hace tres primaveras. Todas las bendiciones que se anunciaron el curso pasado al reeditarse la sociedad McLaren-Honda derivaron en un fiasco sin precedentes. Imágenes insospechadas para una escudería siempre en vanguardia: Alonso, empujando el coche o tomando el sol en un silla durante una carrera; Button, en el podio choteándose de un ciclo sin éxitos. Y, en general, desesperación por la ineficacia del motor Honda, que un día se rompía y al siguiente se paraba.

El déficit tenía relación con la potencia del propulsor. El McLaren era veloz y versátil en las curvas rápidas de cualquier circuito, pero se dejaba más de 20 kilómetros por hora respecto a sus competidores en las largas rectas. En cuanto superaba los 250 kms/h su rendimiento decaía como por ensalmo.

El monoplaza que ayer se presentó mantiene la traza continuista que le aporta su diseñador jefe, el ingeniero aeronáutico Peter Prodromou. Un coche estilizado, finísimo desde cualquier ángulo. Pretende apurar cualquier ventaja aerodinámica, incluso en la zona trasera, donde va instalado el motor Honda. El equipo lo ha descrito como un coche de morro corto y talla cero.

Nuevos patrocinadores

Tan importante como los detalles técnicos del monoplaza es el aspecto exterior de la marca McLaren. Ron Dennis, el patrón, ha recuperado músculo al reclutar a nuevos patrocinadores. La marca de champán Chandon y la firma de relojes de lujo Richard Mille sustituyen a difuntos anunciantes que llevaban media vida en los lomos del McLaren, como Tag Heuer. El bólido es negro con ribetes rojos y Alonso llevará, como siempre, el número 14.

Escarmentados por la propaganda triunfalista del año pasado, en McLaren están comedidos ahora. «No vamos a hacer ninguna predicción sobre cuándo llegarán las victorias», anunció Ron Dennis. Y añadió la ilusión de los seguidores del equipo inglés: «Todos permanecemos unidos en nuestro propósito. Ese propósito es el desarrollo de nuestro equipo hacia una ambición común: ganar».