Fórmula 1

Crudo testimonio desde el box: «Si la F1 no reacciona a lo que sienten los mecánicos, terminará sin gente»

La exigencia del calendario del Mundial, con viajes por todo el mundo, pone al límite a los integrantes de los equipos

La predicción de Bernie Ecclestone que ha sacudido a la Fórmula 1

Mercedes, campeón del Mundial de constructores por octavo año consecutivo TWITTER MERCEDES

S. D.

Cuando el rugido de los motores de los monoplazas todavía resuena después de un épico final de campeonato, un testimonio anónimo ha puesto el foco en la otra Fórmula 1 , la que no se ve en la pantalla y no cuenta con la épica y el glamour que transmiten los pilotos y sus coches. En un artículo en el medio especializado 'Autosport' , un mecánico explica la dureza del campeonato para ellos y el resto de los integrantes básicos de cada equipo, agravado en los últimos tiempos por el azote de la pandemia de coronavirus.

Un cargado calendario, con carreras por todo el planeta , algunas de ellas disputadas en semanas consecutivas, y con la presión de no poder permitirse fallos en su desempeño, pasa factura a un buen número de actores desconocidos que normalmente no aparecen en los medios. Y el próximo año el Mundial de Fórmula 1 contará con 23 carreras, además de nuevas normas que incrementarán las exigencias para todos, desde los ingenieros a los mecánicos, pasando, claro, por los pilotos.

Punto de no retorno

«Aquí no se puede ocultar el hecho de que la vida en la carretera como mecánico de Fórmula 1 es dura. Siempre ha sido así y ninguno de nosotros lo hace porque busquemos hacer algo fácil. Pero, a medida que el calendario de Fórmula 1 se ha expandido y las carreras triples se han convertido en una norma, las cosas han llegado a un punto de no retorno para muchas personas que trabajan en los garajes », revela el anónimo protagonista del artículo.

«Las horas de trabajo son muchas. Desde el miércoles antes de una carrera hasta el domingo por la noche es un mínimo de doce horas diarias todos los días. ¡No te das cuenta de lo que eso te quita hasta que vuelves a trabajar en la fábrica, y una jornada normal de ocho horas es casi cómica porque te parece muy corta!», explica. «Lo que lo hace especialmente difícil es que es implacable, sin tiempo de recuperación. Trabajas desde el momento en que te bajas del avión, y eso puede ser después de un vuelo realmente horrible en el que has estado enlatado en clase económica y has dormido poco o nada. Después de un triplete de final de temporada en México, Brasil y Qatar, la combinación de vuelos económicos castigadores, horarios con retraso y cambios de zona horaria significaba que todos estaban absolutamente destrozados. Ha sido entonces cuando creo que vi a la gente con más dificultades».

A las ya de por sí difíciles condiciones y horarios de este particular trabajo, se añade la presión de no poder fallar en ningún momento, pues el más mínimo fallo puede arruinar un motor o costar unos segundos decisivos en la carrera. Y así lo explica el protagonista.

«Hay que combinar lo anterior con las expectativas realmente altas sobre todos en el garaje para trabajar al más alto nivel . Los pilotos y todo el personal de la fábrica confían en que desempeñes tu trabajo al cien por cien y no cometas errores. Cuando lo haces, se da esta silenciosa decepción por parte de los demás. Te preguntan por qué permitiste que sucediera. Entonces empiezas a dudar de ti mismo. Te hace arriesgar aún más a los errores, porque te estresas más. La presión más el cansancio provocado por el número de carreras y los triples fines de semana ha llegado a un punto en el que el ambiente en los garajes puede ser por momentos muy tóxico ».

Explica también que en las escuderías existe un doble rasero a la hora de tratar a su fuerza laboral, pues no tiene nada que ver el cuidado que se da a los pilotos con el que reciben el resto de empleados. «La conciencia sobre la salud mental en las redes sociales de los equipos a menudo se centra en los pilotos, pero no del resto de su fuerza laboral. Da la impresión de que la alta dirección no quiere evaluar a sus mecánicos y técnicos, porque tienen miedo de los resultados . Si los conocen saben que tienen que actuar y, en última instancia, un mecánico no es lo suficientemente importante como para preocuparse ni gastar dinero extra. Eso nos deja a algunos de nosotros con la sensación de que si uno sufre un colapso mental, y conozco a algunos colegas que lo han hecho, no hay ningún apoyo para nosotros»

«Sólo quedarán niños»

Considera que existe una «creencia de que simplemente puedes colocar al personal de reemplazo como bombillas nuevas», pero advierte: « Si llevas a todos a todos al límite solo quedarán niños haciendo el trabajo . No encontrarás grandes mecánicos, no encontrarás grandes técnicos y el deporte en su conjunto fracasará porque ya no se trata de que el mejor personal trabaje para los mejores equipos, que atraigan a los mejores pilotos»

Las dificultades se han acrecentado con las reducciones de gastos de los últimos años, que afectan mucho más a la base de los equipos que a los pilotos y dirigentes de los mismos.

«Los mecánicos también están pagando un alto precio por el límite presupuestario. Los salarios se han estancado en los últimos 20 años, y ¿qué motivación te da eso por la cantidad de tiempo, esfuerzo mental y físico que estás dedicando a lo largo de tus años en el deporte?»

«Como los equipos están tratando de controlar los gastos debido al límite, simplemente no pueden permitirse aumentos salariales al día con la inflación. Así que va a bloquear los salarios y acabará con el mercado laboral en la F1, ya que se quedará atrás de otras series. Hay un escenario extraño en el que es casi mejor ir a trabajar en la Fórmula 2, la Fórmula E o el WEC por un poco menos de dinero, pero hacer casi la mitad de las carreras y no tener que aguantar todas las molestias de un calendario de 23 carreras. No debería ser así», argumenta.

Explica el autor de estas críticas que las relaciones personales sufren mucho en este escenario, que en ocasiones las pastillas son el único remedio, y que «quienes no quieren este camino, se vuelven hacia el alcohol ».

Es por todo ello que lanza una advertencia: «Creo que la Fórmula 1 está llegando a un punto de inflexión. Mucha gente está hablando de dejarlo este año, algo que no ha ocurrido desde que estoy en este deporte. Quienes gestionan la Fórmula 1 son conscientes de todo, pero no creo que lo entiendan totalmente. Si la Fórmula 1 no reacciona a lo que sienten los mecánicos, va a terminar sin gente ».

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