Un taponazo en el ojo: el surrealista abandono del Giro de la joya negra del ciclismo

Biniam Girmay hizo historia y se convirtió en el primer eritreo y el primer corredor negro en coronar una etapa en una gran vuelta. Ganó en Jesi, la ciudad donde fue atropellado Michele Scarponi, dejó una batalla para el recuerdo en el esprint con Van der Poel y se subió al podio en el décimo día del Giro de Italia para entrar de lleno en su leyenda.

Pero en la euforia de la celebración, cuando el jóven de 22 años descorchaba el champán sobre el cielo de la provincia de Ancona, el tapón golpeó su ojo. El júbilo se paralizó y el africano fue trasladado al hospital, de donde salió poco después con un parche que intuía lo peor.

La lesión no es grave, pero como su propio equipo, el Intermarché, indica este miércoles, Biniam Girmay abandona el Giro por precaución. «Girmay no puede seguir. Tiene un gran hematoma en el ojo y debe seguir curándose. Estar en el pelotón con visión en un solo ojo es imposible. Menos mal que no perderá la visión, lo que habría sido el final de su carrera, no solo de su primer Giro», ha declarado Valerio Piva , director del Intermarché.

«Pasé un mal momento cuando regresé del hospital al hotel, pero pude disfrutar un poco de la victoria con mis compañeros y el staff. Estaba triste por lo ocurrido con el champán, pero tras celebrar con mis compañeros y ver que lo del ojo no es grave, estoy contento. Aunque, desafortunadamente, hoy no empiezo la carrera, mi ojo necesita descansar», ha relatado el propio ciclista eritreo en la cuenta de Twitter de su equipo.

Así, tras una exhibición para el recuerdo en la décima etapa de su primer Giro, con la 'maglia ciclamino' a tiro y varios días por delante donde podía engordar su leyenda, Girmay dice adiós a la 'corsa' rosa. Sin embargo, su cuento en el ciclismo de élite acaba de comenzar.