El CB Sevilla sucumbe ante el festival de triples del ICL Manresa y se asoma al abismo (67-84)

El Club Baloncesto Sevilla sigue en caída libre. El conjunto sevillano volvió a caer derrotado y vio como el ICL Manresa rompió su racha de cuatro derrotas seguidas con un cómodo triunfo por 67-84 en el pabellónd de San Pablo, en un partido que decidió gracias a su éxito en los lanzamientos triples -anotó 16 frente a los dos de su rival- y que deja hundido en la clasificación al equipo hispalense, muy mermado por las ausencias.

La puntería de los catalanes desde el perímetro, con 16 triples de 29 intentos -55 por ciento de acierto-, fue capital para su claro triunfo en San Pablo, donde el Baloncesto Sevilla encadenó su quinta derrota y se desliza peligrosamente hacia la cola de la clasificación, al seguir antepenúltimo con cinco encuentros ganados y doce perdidos.

El Manresa, que sube hasta la decimotercera plaza con siete victorias, marcó las primeras diferencias con su acierto exterior (10-18, min.6), pero los sevillanos se sostuvieron en el tanteo gracias a las trece ocasiones que tuvieron de ir a la línea de tiros libres en el primer cuarto, decidido con un triple de Berni Rodríguez sobre la bocina (24-23).

La anotación se redujo drásticamente en un segundo periodo marcado por las imprecisiones, en el que el visitante Álex Hernández y el local Pierre Oriola, que, como su actual técnico, Luis Casimiro, debutó con Manresa en la ACB, sostuvieron con sus puntos a sus respectivos equipos.

Aún así, tanto sevillanos como barceloneses demostraban por qué figuran entre los peores ataques de la competición (36-37 al descanso).

El parcial de 2-9 encajado al regreso del vestuario golpeaba a un Baloncesto Sevilla incapaz de mantener el ritmo ofensivo debido a que su rotación estaba reducida a nueve jugadores -solo ocho de la primera plantilla-.

Además, el escolta Berni Rodríguez había de oficiar como improvisado base, escogiendo siempre al veterano esloveno Bostjan Nachbar como única opción de tiro.

La escapada del Manresa se completó cuando Casimiro trató de contener la sangría ordenando una defensa en zona a la que los manresanos replicaron con cinco triples casi consecutivos, incluido uno del lituano Marius Grigonis en posición acrobática cuando el tercer periodo agonizaba (45-60).

Los últimos diez minutos fueron una agonía para los jugadores sevillanos, silbados por su afición mientras el estadounidense Chase Simon y, sobre todo, Grigonis -máximo anotador del choque con 23 puntos y sólo un fallo en el tiro- se divertían martilleando el aro local desde más allá de la línea de 6,75.