Real Madrid-Valencia BasketSueños opuestos en el Buesa Arena

El Real Madrid, que puede ser campeón por cuarta vez consecutiva, se mide a un Valencia que no gana la Copa desde 1998

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Habrá final inédita en la Copa del Rey. Real Madrid y Valencia se enfrentarán hoy (18.30 horas, #0) en el Buesa Arena con el título en juego después de superar las semifinales tras dos partidos muy duros. Los blancos tuvieron que recurrir de nuevo a la prórroga para eliminar a un gran Baskonia que les puso contra las cuerdas y les exigió un esfuerzo adicional que hoy podría pasarles factura. El actual campeón buscará su cuarto título consecutivo ante un Valencia que disputará su quinta final tras dejar en la cuneta al Barcelona.

Los de Pedro Martínez, que apenas contaban en las quinielas, tienen ante sí una oportunidad histórica para volver a ganar un título copero 19 años después del que lograron en Valladolid.

Casi dos décadas en las que el club ha pasado por momentos complicados. Irregularidad que contrasta con este Real Madrid de Laso, acostumbrado a ganar desde que el técnico vasco se hizo cargo de su banquillo hace ahora seis años.

La exhibición de fe en sí mismo demostrada por el Real Madrid en los dos partidos que ha disputado en Vitoria es una advertencia para el Valencia, que ya sufrió en sus carnes ese espíritu indomable de los blancos el año pasado con aquella canasta estratosférica de Llull que le dio el triunfo a su equipo en la Fuente de San Luis. Por eso, si los naranjas quieren levantar su segundo título de Copa tendrán que pelear hasta el final y no bajar los brazos hasta que suene la bocina. «Nuestro primer objetivo tiene que ser competir, pensando en estar cada minutos haciendo las cosas bien, concentrados y superando los malos momentos. Sabemos que es difícil, pero creemos que tenemos una opción», afirmaba Pedro Martínez tras lograr el triunfo ante el Barcelona.

El técnico ha conseguido instalar al Valencia en una estabilidad que muchos técnicos persiguieron antes y ninguno consiguió. La llegada de San Emeterio ha descargado de responsabilidad a Rafa Martínez y entre ambos han formado un perímetro experimentado y peligroso que complica a cualquier rival. «Tenemos que controlar el partido en todo momento y que no se sientan cómodos», advertía San Emeterio sobre la final.

En la pintura, la amenaza se llama Dubljevic, un pívot que puede tirar desde el perímetro y que atraviesa un gran estado de forma. El técnico naranja cuenta con tres directores de juego muy diferentes y complementarios. En nada se parecen Vives, Diot y Van Rossom, pero los tres cumplen un rol importante que le da muchos recursos al equipo.

Aún así, el favorito es el Real Madrid. La principal preocupación de Pablo Laso anoche era recoger cuanto antes el equipo para irse al hotel y descansar. El camino del Real Madrid hacia la final ha sido espinoso, con finales complicados y dos prórrogas que han exigido un esfuerzo adicional a sus hombres.

Gasto de energías que, según el técnico, podría ser decisivo en el partido de esta tarde en el que tratarán de hacer historia sumando su cuarto título consecutivo, algo que nadie ha logrado desde 1983. «Tan importante va a ser la recuperación física como la mental. Me preocupan los dos aspectos de igual manera, pero creo que el subidón de haber ganado dos partidos tan igualados y tan emotivos puede ser positivo», resumía Laso, que desde que aterrizó en el banquillo del Real Madrid solo se ha quedado fuera de la final en 2013.

Responsabilidad frente a la ilusión del Valencia. La conseguida tras la clasificación para su quinta final. Un pase que le permite soñar con el título y que pondrá sobre la pista hoy dos anhelos muy diferentes. Por un lado, la ilusión naranja por volver a ser grandes 19 años después y por otra la posibilidad del Real Madrid de ganar su cuarto título seguido y alargar su leyenda.

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