La NBA contra el antisemitismo

Durante su cargo como presidente de Estados Unidos, Donald Trump siempre acusó a la NBA de ser una organización más política que deportiva. Pese a que sus palabras incluían un tono peyorativo, la liga de baloncesto siempre se ha caracterizado por ser vanguardista en las causas sociales y, ayer, se vio un nuevo ejemplo de ello. Meyers Leonard, pívot de 29 años de los Miami Heat, actuales subcampeones de la competición, ha sido apartado del equipo de modo indefinido después de que el deportista pronunciase una expresión antisemita mientas jugaba a un videojuego y lo retransmitía en directo. «Los Miami Heat condenamos con vehemencia el uso de cualquier forma de discurso de odio», se podía leer en el comunicado que emitió una franquicia que tiene como máximo accionista a Micky Arison, que es de origen judío.

La palabra que utilizó el jugador fue 'kike', un término despectivo que se utilizaba en Estados Unidos para referirse a los inmigrantes judíos que habían llegado al país desde Europa principalmente tras la Segunda Guerra Mundial. Leonard, como tantos otros jugadores de la NBA, se había aficionado en los últimos meses a retransmitir en directo y por internet sus partidas de videojuegos, especialmente las del 'Call of Duty', uno de los títulos más exitosos en la actualidad. Fue el martes al mediodía, en horario español, cuando el pívot, en una de estas partidas, pronunció la frase de la discordia: «¡Putos cobardes, no me dispares jodido 'kike'!».

Pronto se creó un gran revuelo en torno a la figura de Leonard, aun más si se tiene en cuenta que la NBA y sus jugadores han sido de los defensores más tenaces del 'Black Lives Matter' , el movimiento antirracista por antonomasia de Estados Unidos. Actualmente tanto la NBA como los Miami Heat están deliberando sobre cuál será la sanción final que recibirá el jugador, quien se disculpó unas horas después en su cuenta de Instagram. «Lamento profundamente haber proferido un insulto antisemita ayer. No sabía qué significaba esa palabra antes de eso, pero mi ignorancia de su naturaleza ofensiva para la comunidad judía no es absolutamente ninguna excusa. Simplemente me equivoqué». Como primeras consecuencias, Leonard ha perdido varios de sus patrocinadores en Twitch , la plataforma donde retransmitía sus partidas, y ha visto cómo algunos de sus lazos con la industria del videojuego, como el que tiene con la empresa FaZe, han sido cercenados.

No es la primera vez que el de los Heat se desmarca de la corriente de la liga, hoy regida por una impecable rectitud a favor de las causas políticas y sociales. Tras el apogeo del coronavirus hace aproximadamente un año, la NBA, tras un parón, recuperó la competición en el complejo de Disneyworld de la ciudad de Orlando, una 'burbuja' donde la temporada se reanudó con relativa normalidad. Mientras las jornadas se desarrollaban, los jugadores, liderados por LeBron James y otras estrellas, aprovecharon el foco mediático para condenar la casi cíclica violencia policial contra los afroamericanos, algo que había generado disturbios a lo largo y ancho del país el último verano. Uno de los gestos más comunes fue el de arrodillarse durante el himno , algo que Leonard y otros pocos jugadores y técnicos, tampoco hicieron. El pívot justificó su acción alegando que su hermano es marine de los Estados Unidos, una institución con un fuerte apego por los símbolos nacionales, como la bandera o el himno.