Marcelinho Huertas, el base al que no se le agotan las pilas

A punto de cumplir 39 años, con una carrera de más de veinte a sus espaldas, Marcelinho Huertas sigue conservando la ilusión de un juvenil y la calidad que le catapultó a Europa siendo solo un chaval. No parece tener límites el base del Lenovo Tenerife, que este domingo, ante el Obradoiro , firmó una exhibición única para un jugador de su edad: 33 puntos y 7 asistencias .

« Sigo con hambre, sigo queriendo jugar al máximo nivel que pueda y ayudar al equipo a hacer otra temporada memorable ». Sus palabras, poco antes de comenzar la campaña, dejaban clara su ambición, pero son sus actuaciones en la pista las que reflejan su auténtico nivel. Valor que, lejos de menguar, sigue creciendo partido a partido.

La suya es una historia que no atisba final, pues a sus casi 39 años encadena alegría tras alegría. Frente al Obradoiro, el brasileño logró su mejor actuación personal de siempre en la ACB. 33 puntos y 7 asistencias para un total de 38 de valoración . Números que le permiten superar a otra leyenda como George Gervin como el jugador más veterano de siempre que supera los 30 puntos en la liga española.

Gervin , entonces jugador del TDK Manresa, alcanzó los 31 puntos en el último y decisivo encuentro de los playoffs por la permanencia ante el Tenerife , tras una eliminatoria donde promedió 36,5 puntos de media.

En Tenerife, Marcelinho ha encontrado un hogar para él y su familia. Es feliz y eso se refleja en la cancha, donde es el auténtico líder de un Lenovo que se ha instalado en la zona noble de la ACB. Para alargar su carrera, Huertas ha tenido que hacer cambios en su preparación y alimentación . Cuidar más el cuerpo para que la magia que dibuja su cabeza pueda tener continuidad en la pista.

Reconoce que el gimnasio es una de sus prioridades ahora mismo y que ha eliminado la carne de su nevera. Fundamenta su alimentación en las frutas y las verduras, con ingesta ocasional de pescado y dejando a un lado también los lácteos , que alargan la recuperación física. Una prioridad para él, que sabe que a los 38 años cada nuevo partido es un reto en sí mismo.

Acaba contrato esta temporada, pero no piensa en moverse de Tenerife , donde tanto él como su familia viven felices desde 2019 cuando abandonó Vitoria tras su paso por la NBA. Aventura que le permitió coincidir con Kobe Bryant en la pista y en el vestuario de los Lakers, del que se trajo llena de experiencias la mochila con la que ahora maravilla en la ACB.