Así fue el All-Star: del abrazo de Jordan a Doncic a los 16 triples de Curry

El partido de las estrellas salvó el fin de semana del All Star, una edición descafeinada la de Cleveland hasta la pasada madrugada, cuando los pesos pesados de la NBA saltaron a la pista y volvieron a deleitar a los espectadores con un rodillo de grandes jugadas. No se defiende, eso es innegable, pero en los últimos años, gracias a los pequeños ajustes competitivos que ha ido introduciendo la organización, la competitvidad ha crecido y los finales ajustados empiezan a ser una constante. Se llevó el duelo el equipo de LeBron James frente al de Kevin Durant (163-160) , con una canasta de la estrella de los Lakers en el último suspiro, pero fue Stephen Curry el auténtico rey del duelo.

El base de los Warriors jugaba en casa, nacido en Akron, Ohio, y pese a que los aficionados le abuchearon cada vez que aparecía ante las cámaras (nunca le perdonarán la rivalidad que el jugador protagonizó contra el equipo local, los Cavaliers), Curry desmanteló el partido con una actuación soberbia. 50 puntos en poco más de 36 minutos fue su bagaje. Además, batió el récord de triples histórico de la cita, con 16 tiros con éxito en 27 intentos. El público olvidó su rencor y acabó por regalarle una sonora ovación.

Más allá del partido, fue el desfile de leyendas el que acaparó muchos de los focos. A propósito del 75 aniversario de la NBA, la liga homenajeó a varias de sus grandes referendes históricos: Kareem Abdul-Jabbar, Dennis Rodman, Dirk Nowitzki entre otros. Por allí también estaba el más grande, Michael Jordan , que pese a que regaló saludos a prácticamente todos sus sucesores, tuvo especial cariño con uno en concreto. Tras el pitido final, ya con los jugadores relajados y atendiendo a los medios, Jordan empezó a correr por el pabellón para fundirse en un explícito abrazo con Luka Doncic pese al discreto duelo del esloveno (8 puntos).

Kobe Bryant , como no podía ser de otra manera, fue homenajeado, con su mujer Vanessa y su hija pequeña recibiendo el cariño de los jugadores. Además, este año, el trofeo MVP, que fue directo para Curry, llevó el nombre del difunto escolta de los Lakers, y así será en los próximos años.