Una Supercopa para medir a Luis Suárez

Debería aproximarse un espacio de influencia que el año pasado denominó con acierto Simeone como ‘zona Suárez’, pero nadie recuerda estos días en el Atlético aquella frase de su entrenador. La presunta franja del delantero uruguayo es ahora material de contenido limitado porque el dorsal 9 que llegó medio regalado por el Barça no está en su mejor onda. Afronta el Atlético la segunda semifinal de la Supercopa que se disputa en la capital de Arabia Saudí ante el Athletic y Suárez no es indiscutible esta tarde en la alineación (20 horas, #Vamos). Amortiguada su lucidez ante el gol con un producción más escasa (nueve tantos esta temporada), el delantero pierde argumentos para seguir en el club la próxima campaña.

Cuando Simeone habló el año pasado de ‘zona Suárez’ hacía referencia a la determinación del suramericano para decidir partidos. En realidad, Suárez marcó el camino de su equipo para levantar la undécima Liga de su historia. Marcó frente al Osasuna para ganar el choque y repitió en Zorrilla ante el Valladolid, un gol de campeonato ante su excompañero Masip. «Como siempre se la cruzaba en el Barcelona, la tiré al ángulo corto» , explicó Suárez para celebrar su primer título con el Atlético.

El uruguayo consiguió 21 dianas en la pasada campaña, todas en la Liga pues ya se sabe el maleficio que le persigue en los torneos europeos. Goles decisivos, que no siempre conseguían sus antecesores en el puesto, y que fueron determinantes para la felicidad de los colchoneros y esa Liga conquistada en una primera vuelta fantástica.

El curso actual viene más torcido para Suárez, nueve goles en el final de la primera vuelta, cifra que se intuye pobre para las aspiraciones personales de un jugador que triunfó en el Ajax (111 tantos), el Liverpool (82) y, sobre todo, el Barcelona (198) . Se le nota este año especialmente con una velocidad menos que sus compañeros, y sobre todo, que Matheus Cunha, el brasileño que le disputa el puesto y cada vez tiene más minutos de parte de Simeone. La operación de rodilla que se practicó cuando estaba en el Barça le obliga a vigilar el peso y a hacer un trabajo selectivo.

Sin goles el uruguayo pierde argumentos para defender su renovación. Tampoco le ayudarán los gestos y las palabras despectivas que tuvo hacia su entrenador cuando le sustituyó en Sevilla. «Pelotudo de mierda, siempre igual», se enfadó . A lo que Simeone respondió en rueda de prensa: «Sin comentarios». Suárez firmó por dos temporadas al llegar del Barcelona y desde el 3 de enero es libre para negociar su fichaje por otro club.

«Estando a un gran nivel, el equipo tiene una gran jerarquía en el área. Suárez necesita al equipo para tener oportunidades », explicó ayer en Riad el Cholo. Ante el Athletic, el defensor del título, Luis Suárez tiene una opción de proyectarse o difuminarse en su futuro colchonero.