El secreto del mejor ajedrecista del mundo

Como los boxeadores antes de un combate, Magnus Carlsen, el campeón del mundo de ajedrez, y Sergei Karjakin, el aspirante, comparecieron ayer en Bilbao ante un reducido grupo de medios de comunicación, entre los que figuraba ABC, a unos cuatro meses de su gran duelo en Nueva York, donde el genio noruego, número uno del ranking FIDE, defenderá su título ante el ruso, número 9 y otro talento precoz.

Minutos antes, en un evento distendido, durante la jornada de descanso de la final de maestros que se celebra en la capital vizcaína, la rivalidad quedó a un lado al compartir equipo en un innovador enfrentamiento al estilo de la Ryder Cup de golf: Europa contra el resto del mundo… sobre un tablero gigante y con niños como piezas humanas. Se apuntaron el triunfo tras unas tablas técnicas.

Un paréntesis divertido con el que aparcar la tensión. Nada que ver con lo que ocurrirá en Nueva York o lo que sucedió aquí el pasado viernes, cuandoCarlsen arrolló a Karjakin y se repuso de su derrota en la jornada inaugural. En el ecuador del torneo, el de Tonsberg es el líder (tiene 10 puntos, por los 7 de Hikaru Nakamura), pero no puede fiarse. El domingo desperdició una jugosa ventaja ante el holandés Anish Giri y firmó tablas. Si hubiera ganado habría dejado la final casi finiquitada. De ahí su monumental enfado. Ayer se había disipado. Apareció por el Teatro Campos Elíseos relajado, vestido con camiseta, bermudas y sandalias. Fue el único en optar por una vestimenta informal. Los otros cinco grandes maestros, Karjakin incluido, no se olvidaron de la americana. Primer contraste. Ya en su encuentro con la prensa ninguno se prodigó en exceso en sus respuestas, pero a Carlsen se le notó más cómodo.

¿Cómo esperan que influya el torneo de Bilbao en su duelo de Nueva York?, les planteamos. «Hemos jugado muchas veces. Dos partidas más no van a tener una gran influencia» resuelve Karjakin. «Estoy de acuerdo», apunta Carlsen. «Hemos jugado tantas veces que no vas a obtener mucha información nueva». Los ases, guardados en la manga hasta noviembre.

Las preguntas adquieren picante. ¿Es Karjakin más difícil que Anand? «El rival más difícil es siempre el siguiente. Es lo único que importa», sortea el noruego. ¿Qué puntos fuertes destacaríais el uno del otro? «No somos fáciles de batir, somos luchadores y duros. Veremos cómo va», ataja el número uno. «Magnus es un buen jugador, intentaré dar lo mejor», replica su oponente. Impera la diplomacia.

¿Presión de Putin?

Más delicada resulta otra duda que va con bala: teniendo en cuenta que Carlsen, ante Viswanathan Anand, contó con la asistencia de jugadores rusos, ¿qué espera Karjakin que ocurra en esta ocasión? «No puedo comentar mi equipo, pero espero que no haya muchos rusos ayudando a Magnus», resuelve con una sonrisa. Notoriamente tímido, le toca además lidiar con las cuestiones más espinosas. ¿Siente más presión o apoyo desde Rusia? « Siento mucho más apoyo que presión». ¿Qué opina de las palabras del presidente Vladimir Putin, que desea que su país vuelva a la supremacía del ajedrez? «¿Ha dicho eso? No lo sabía. Ahora ya sé cuál es mi objetivo», bromea.

Carlsen, tranquilo, asegura que no le preocupa la presión de defender título: «Llevo mucho tiempo en este juego, así que tengo experiencia con partidas importantes. Se trata solo de prepararte, dormir bien y comer bien. Siempre me ha funcionado. Si me siento bien, si me siento preparado, no estoy nervioso». Tira de repetorio cuando se le inquiere por lo que ha tenido que renunciar a cambio de una carrera tan precoz. «Nunca pienso en eso para nada. Siento que el ajedrez me ha dado tanto, ha dado tanto a mi familia, que sean cuales sean los sacrificios que he tenido que hacer, que pienso que no son muchos, son insignificantes en comparación».

¿Siempre siente la necesidad de ganar?, le preguntamos. ¿Incluso cuando no se trata de ajedrez y no hay un trofeo de por medio? «Sí», responde de forma tan escueta como explícita. Le pedimos que se extienda. «Pienso que cuando practicas deporte, por ejemplo, puedes disputar partidos para divertirte, pero ganar es más divertido», replica entre risas. A continuación, aclara: «Cuando juego al fútbol con mis amigos normalmente no llevamos un marcador. Pero incluso entonces es agradable sentir que estás en el equipo ganador», añade, para dejar muy claro que nunca le abandona su gen competitivo.

Ese que volverá a exhibir hoy mismo:el torneo abre su segunda ronda, a partir de las 16.00 horas, con los duelos Nakamura-Carlsen, Wei-Giri y So-Karjakin. Ytodavía queda un nuevo cara a cara entre el noruego y el ruso, que buscará la revancha. Las espadas, por todo lo alto.