Rahm y García lideran la pasión europea en la Ryder

Mucho ha cambiado el mundo del golf desde que hace tres años Jon Rahm se presentó en París como un debutante en la Ryder Cup . El español, entonces una figura emergente en los circuitos a ambos lados del Atlántico, se encontró abrumado por la magnitud del espectáculo y por la presión que él mismo se impuso de tener que destacar desde el primer momento. Esto le llevó a perder sus dos primeros partidos a pesar de tener a compañeros ilustres como Justin Rose e Ian Poulter y a tener que buscar una solución urgente para la jornada dominical, donde su duelo ante Tiger Woods se presentaba como clave para el desarrollo del torneo.

Fue en ese momento cuando, en modo de consejo de hermano mayor, José Mari Olazabál le apuntó las claves necesarias para afrontar el reto: él no era más que un elemento del equipo y no debía pretender echarse toda la presión del continente encima; simplemente debía salir a jugar de la mejor manera posible y disfrutar de la experiencia. Y vaya si lo hizo. En el que ha reconocido que fue el mejor momento de su vida, Jon aguantó la presión de enfrentarse al mejor jugador de la historia y, a un hoyo del final, se deshizo del Tigre.

A partir de ahí, el vizcaíno descubrió el valor del torneo y se comprometió con él de por vida. A causa de la pandemia ha tenido que esperar un año extra para volver a vivirlo pero cuando llegue a la cita de Wisconsin lo va a hacer a lo grande, como número uno del mundo y líder absoluto de un bloque que, aunque no aparece como favorito, sí que aúna experiencia y juventud para retener el trofeo.

Con Rahm clasificado desde hace semanas, lo han hecho también por la vía de las distintas listas Paul Casey, Rory McIlroy, Viktor Hovland, Tommy Fleetwodd, Tyrrell Hatton, Matt Fitzpatrick, Lee Westwood y Bernd Wisberger. Y ayer Padraig Harrington designó a sus tres elecciones para completar el equipo, que fueron Sergio García, Shane Lowry e Iabn Poulter.

Sin sorpresas, el capitán irlandés se decidió por los veteranos para defender un trofeo que los americanos van a intentar recuperar a dentro de dos semanas en Whistling Straits. Para ello Steve Stricker ha preparado un conjunto temible, repleto de figuras y que asusta al más pintado. Junto a Collin Morikawa, Dustin Johnson, Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Justin Thomas y Patrick Cantlay, que se ganaron su plaza de manera automática, el timonel estadounidense seleccionó a los hombres más en forma del PGA Tour, aparte de los mencionados: Daniel Berger, Harris English, Tony Finau, Xander Schauffele, Scottie Scheffler y Jordan Spieth. Impresionante.

Ante esta demostración de talento Europa va a tener que hacer gala de nuevo de su sempiterno espíritu de equipo, el mismo que permitió a las mujeres de Catriona Matthew retener la Solheim Cup en Ohio a pesar de estar en inferioridad en la comparativa estadística antes de empezar. En las competiciones por equipos a menudo no gana el de mejor ranking, sino quien está más motivado y sabe gestionar las emociones al máximo nivel. Y ahí es donde Rahm va a tirar de galones y García le va a ayudar con su experiencia como jugador más efectivo de la historia europea.

Si está naciendo la pasión del de Barrica por el equipo europeo, qué decir del compromiso que tiene el de Borriol desde hace dos décadas. Sergio siempre ha interpuesto su amor por la Ryder a su carrera personal (como demostró con su última renuncia a los JJ.OO. para concentrarse en ella) y este año va a hacer historia. Los españoles, una vez más, están dispuestos a darle la vuelta a la tortilla y a demostrar que la Ryder está hecha para ellos.