Atletismo
Qatar, el Mundial del calor y el aire acondicionado
Una gran apuesta: el planeta del atletismo tiene los ojos puestos en Doha, que acoge desde el viernes el Mundial más controvertido de la historia, escoltado por acusaciones de corrupción y serias preguntas sobre el calor y la locura por un evento en busca de superestrella desde la jubilación de Usain Bolt.
Al confiar el destino de su torneo insignia a Qatar, el pequeño pero muy rico emirato de gas del Golfo, la Federación Internacional (IAAF) se ha arriesgado a avanzar en lo más desconocido. El desafío parece estar en un papel sin sentido para un país con temperaturas abrasadoras, incluso en esta época del año (35 a 40 ° en el día con una humedad del 85%), que es difícil de practicar en el deporte al aire libre. En 2022 se disputará aquí la Copa del Mundo de fútbol , por lo que este Mundial es una prueba en miniatura.
La controversia se respalda por la información judicial abierta en Francia por sospecha de corrupción en torno a la adjudicación de la prueba. Pero la IAAF y los organizadores locales han puesto medidas para evitar cualquier crítica con un estadio semicubierto pero con aire acondicionado, gracias a una tecnología que también se usará en tres años para el fútbol.
El presidente de la IAAF, Sebastian Coe, fue muy tranquilizador y se refirió a un estadio «impresionante». «Estás sentado en el estadio, hace 38-40 ° afuera y 23 ° en el recinto . En realidad, el control del calor será más pesado en Tokio en los Juegos Olímpicos 2020 que en Doha».
Al optar por Qatar, la IAAF aún tuvo que posponer durante casi dos meses la celebración del Mundial, que generalmente se celebra a principios de agosto, lo que lleva a una temporada alargada para los atletas. Otra concesión importante: los eventos de resistencia en carretera (maratón, marcha de 20 y 50 km) no comenzarán antes de las 23:30 local . También es en ellos donde se concentran las preocupaciones más agudas, las temperaturas no caen por debajo de 30 ° incluso en medio de la noche.
No habrá una multitud de grandes noches para admirar las hazañas de los mejores atletas del planeta mientras la disciplina busca desesperadamente una estrella desde la salida de Usain Bolt en 2017. En ausencia de el jamaicano, Estados Unidos espera recuperar el dominio en el sprint con dos jóvenes Christian Coleman (23 años, 100 m) y Noah Lyles (22 años, 200 m).
Si Lyles, que se ha convertido en el cuarto atleta de la historia en 200 (19:50), no tendrá rival, Coleman tendrá que luchar en dos frentes: en la pista, donde tendrá al veterano Justin Gatlin (37) como el principal oponente, y afuera, donde tendrá que manejar la intensa presión de los medios después de ser atrapado por tres incumplimientos de sus obligaciones de localización antidopaje antes de ser autorizado por la Agencia Antidopaje de EE. UU.
Más allá de los sprints, los 400 vallas masculino (Karsten Warholm, Abderrahman Samba, Rai Benjamin) y femenino (Dalilah Muhammad, Sydney McLaughlin), el salto de longitud (Juan-Miguel Echevarria, Luvo Manyonga), el salto de altura (Mariya Lasitskene), el triple salto (Christian Taylor, Will Claye, Yulimar Rojas) o el decatlón (Kevin Mayer) podrían provocar récords mundiales en gran peligro.
