Peter Sagan, protagonista de la última y extraña polémica en el ciclismo

Peter Sagan (Tinkoff) no se caracteriza precisamente por ser un ciclista convencional. El eslovaco sobresale del resto del pelotón por sus extravagantes gustos a la hora de vestir, sobre la bici y lejos de ella, por sus «caballitos» a una rueda, o por sus declaraciones, siempre sin pelos en la lengua.

Precisamente, la última polémica en el mundo del ciclismo la ha provocado este corredor de 26 años con su pelo. Concretamente con el vello de sus piernas. Sagan ha comenzado la temporada 2016 con las piernas sin afeitar, una imagen poco común entre los ciclistas. Los miembros de este colectivo suelen afeitarse las piernas para facilitar los masajes diarios que reciben y para acelerar la recuperación de las heridas, además de, según estudios recientes, mejorar la aerodinámica.

El aspecto de Sagan, con una visible mata de pelo en sus piernas, ha provocado muchas especulaciones y teorías sobre la decisión del eslovaco. Desde la protección contra la temperatura a la superstición. Y ha provocado también reacciones muy diferentes entre sus compañeros. Algunos como Taylor Phinney (BMC Racing) le han dado su pleno apoyo, pero también ha habido otros como el exganador del Tour de Francia Stephen Roche que han criticado su aspecto: «Lleva el maillot de campeón del mundo, y se lo debe ser respetuoso y ser limpio y presentable.»

Finalmente, durante la disputa de la Tirreno-Adriático, en la que Sagan ha finalizado segundo, el propio eslovaco aprovechó una etapa cancelada para explicar que todo respondía a una cuestión de flata de tiempo: «Feliz de que #TirrenoAdriatico ha cancelado la etapa de hoy en día, debido a la nieve», escribió en Twitter. «Por fin tengo tiempo para afeitarme las piernas».

Happy that #TirrenoAdriatico has cancelled the stage today, because of snow. I finally have time to shave my legs pic.twitter.com/wirb8rsWUm

— Peter Sagan (@petosagan) 13 de marzo de 2016

En lo estrictamente deportivo, el ciclista belga Greg van Avermaet (BMC Racing) se adjudicó el triunfo final en la Tirreno-Adriático, prueba puntuable para el World Tour de la UCI, salvando el triunfo por un escaso margen de un segundo frente al actual maillot arco iris, el que mejor rindió de los aspirantes.