Manuel Ballesteros, Gabriel Cañizares, Miguel Ángel Jiménez y Javier Ballesteros, en Tenerife
Manuel Ballesteros, Gabriel Cañizares, Miguel Ángel Jiménez y Javier Ballesteros, en Tenerife - Nuria Pombo
Golf

En el nombre del padre

La segunda generación de los apellidos ilustres del golf español se citan ahora en el Circuito Nacional Gambito Tour

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De tal palo, tal astilla, reza el adagio, y eso se cumple perfectamente en un deporte tan longevo como el golf. Es habitual que padres e hijos puedan llegar a competir juntos y que haya profesionales de dos y tres generaciones. Ahora bien, repetir los éxitos de los mayores, sobre todo cuando se habla del grupo más importante que ha dado el golf español, no va a ser fácil para los más jóvenes. Cada vez hay más competencia en los circuitos y solo con el ADN no basta para triunfar.

Esto lo sabe muy bien Miguel Ángel Jiménez Bravo, hijo mayor de la estrella malagueña, que debutó como profesional la semana pasada en el Gran Premio Melián Hacienda del Conde del Circuito Nacional, en Buenavista (Tenerife).

«No voy a negar que el apellido está ahí y que siempre me van a exigir un poco más que a los demás. Pero yo me lo tomo como una motivación más», reconoce el recién llegado, a la vez que agradece los consejos que le dio su progenitor cuando le comentó que quería dedicarse al golf al máximo nivel. «Me dijo que si me quería dedicar a esto tenía que terminar primero mis estudios (Finanzas en Florida). Insistía siempre en que debía tener los huevos en dos canastos y que con trabajo y constancia todo se puede conseguir. Que las cosas no caen del cielo y que, a menudo, aunque pongas todo de tu parte, puede que no salga nada bien. Así que hay que tener mucha dedicación».

La amistad de los padres se ha transmitido también a los herederos, como reconoce Javier Ballesteros, el de Seve. «Conozco a Miguel Ángel desde que éramos pequeños y para mí es muy bonito que esté también aquí y que podamos seguir la tradición. Ellos eran muy amigos». Además, de esta de amistad, en el caso del presidente de la Fundación Severiano Ballesteros se da también otra familiar. En el Gambito Tour se encuentra también encuadrado su primo Manuel, hijo de su tío del mismo nombre. Para este espigado pedreñero es muy importante que se potencien las pruebas nacionales, porque, si no las hubiera, apenas tendría ocasiones de competir. «Aunque llevo varios años de profesional, no ha sido hasta estos dos últimos años cuando me he dedicado más en serio a prepararme -reconoce-. El hecho de que Gambito Tour haya decidido apoyarnos con un circuito completo es lo que me ha animado a prepararme a fondo buscando mi gran objetivo: llegar al Circuito Europeo».

Quien presenta más experiencia de los cuatro en este sentido en Gabriel Cañizares, ya cuarentón, que ha disputado 99 torneos europeos y sigue soñando con jugar arriba. «Es muy difícil ganarse la vida jugando al golf cuando no tienes la tarjeta de los escalones superiores -reconoce-, pero momentos como los que viví en Dubái a primeros me año me hacen sentir que puedo estar entre ellos». Mientras tanto, él sigue intentándolo en las pruebas nacionales y también en el minitour andaluz del Gecko Tour, donde es un habitual en las entregas de premios.

Objetivos realistas

Los cuatro jugadores son conscientes de la dureza que les espera y saben que que sólo con el apellido no tienen nada conseguido. «Al principio está bien y te abre muchas puertas -comenta Gabriel- pero pronto se vuelve en tu contra si no consigues buenos resultados». Por eso es tan importante que cada uno saque su propia personalidad y no se deje influir por el entorno. «Mi padre siempre me dice que juegue tranquilo y que trate de dar lo mejor de mí sin preocuparme por nada más -admite Manuel- y debo seguir su advertencia. Yo siento que tengo potencial, pero tiendo a salir muy nervioso al campo y es algo que debo superar». La forma de hacerlo es a base de experiencia, como afirma Javier. «Aunque esta temporada estoy un poco flojo y no he logrado grandes resultados, en el fondo estoy satisfecho porque veo que sigo progresando. Estoy con cambios de ‘swing’ y mis objetivos son hacer las menos posibles en cada vuelta, no aspiro a mucho más». El debutante Miguel Ángel, piensa disparar a todo lo que se mueva. «Iré jugando el Gambito Tour y luego las escuelas del Alps Tour, el PGA Latinoamérica y en todos los sitios que pueda».

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