Ciclismo

MotoGP en el ciclismo

La muerte del belga Demoitié suscita un debate entre ciclistas y organizadores sobre la presencia de motos en las carreras

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Aquel ángel de la guarda imaginario que alguien inventó una vez como depositario de la buenaventura de los ciclistas se olvidó el domingo de activar el freno de una moto, una de las muchas de la organización de la Gante-Wevelgem. Antoine Demoitié, un debutante belga de 25 años, había caído junto a otros cuatro corredores en Sainte-Marie-Capel, a 115 kilómetros de la meta. Apenas rozó el asfalto, una motocicleta lo pasó por encima. Un tanque letal. Primero en el centro médico de Ypres y luego en hospital universitario de Lille, Demoitié intentó salvar la vida sin éxito. Murió pasada la medianoche. Las motos y las bicis vuelven a chocar en el ciclismo, imposible la cohabitación de ambos medios de transporte.

Los ciclistas se enervaron en las redes sociales y exigen medidas para ejercer su profesión sin peligro extra.

Las motos son un elemento de asistencia y de garantía de seguridad en el ciclismo, hasta que como el domingo, sobreviene la desgracia. «Son como los periodistas, un mal necesario», frase tantas veces repetida en el pelotón. En una carrera existen acreditaciones de motos de todo pelaje. El enlace con radio-vuelta (informa del desarrollo de la prueba), motos neutras (cambio de ruedas), motos de auxilio médico (en el Tour y sus pruebas), motos de la organización, motos de prensa gráfica y televisión y, las principales, motos de las fuerzas de seguridad (guardia civil en España, gendarmes en Francia, carabinieri en Italia...) que abren camino, cortan la circulación y despejan puertos.

«Es duro decirlo hoy, pero no se puede realizar una carrera ciclista de primer nivel sin motos. Todas tienen una función», explica a ABC el director general de la Vuelta a España, Javier Guillén, cuyos conductores de coches en la ronda son todos exciclistas. «Hay que volver a definir el protocolo de las carreras, delimitar las motos que son necesarias y las que no lo son».

Los ciclistas profesionales se levantaron ayer en las redes en demanda de reglas que fijen el trabajo de los motoristas respecto a su relación con los bicis. Lo pidió Alberto Contador. «Se necesita un control de motos en carrera ya». El irlandés Dan Martin abogó por la limitación de la ley de la selva que impera en las carreras. «Pasar el pelotón en las bajadas y durante los momentos cruciales de la carrera, cuando la velocidad es alta y la lucha por la posición frenética no es seguro». «Menos motos, reglas claras y exciclistas pilotando motos después de pasar un examen. Eso ayudaría», dijo el español Carlos Verona.

El francés Warren Barguil propuso un «límite de velocidad cuando la moto tenga que adelantarnos». El exciclista del Movistar Iván Gutiérrez defiende la idea de cursos de pilotaje para los motoristas. «Los gendarmes franceses son los mejores. Son un escuadrón de elite de la guardia presidencial. Siempre los mismos en todas las carreras ciclistas. No molestan».

Casi todas las partes coinciden en un punto. No hay pilotos profesionales de ciclismo, dedicados 365 días a esta función. La mayoría pertenecen a empresas de alquiler de motos contratados a tiempo parcial.

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