Golf

Golfistas a golpe de gimnasio

El trabajo físico para ganar distancia y evitar las lesiones cobra cada día más peso en la preparación de los jugadores de golf

Un musculado DeChambeau , el pasado verano durante su participación en el Open USA AFP

M. A. Barbero

La presencia de Bryson DeChambeau en un torneo de golf siempre es motivo de atención. Al principio lo era por sus excentricidades en cuanto al estudio numérico de todo lo que hacía y al hecho de tener todos sus palos de la misma medida; el año pasado dio un salto con su decisión de cambiar su cuerpo (lo incrementó en veinte kilos a base de batidos de proteínas para ponerse más fuerte y ganar más distancia) y eso ya acarreó opiniones encontradas.

Sin embargo, toda la controversia quedó anulada cuando el estadounidense ganó el Open USA el pasado verano . Y ya con un grande en el bolsillo puede certificar que su método funciona. Por eso en Arabia , donde se ha desplazado con otros tres miembros del top 10 mundial (entre ellos el número uno Dustin Johnson ), es la auténtica figura a seguir. De momento no está defraudando con su resultado (arrancó cuarto en este Saudi International, a cuatro golpes del líder David Horsey ) y eso que esta semana ha visto cómo los órganos rectores del golf internacional (Royal&Ancient y USGA) han aprobado una norma contra el aumento de distancia, con la idea de volver a los parámetros de los años 90. «No me siento agredido de ninguna manera –declaró– porque yo lo que hago es sacar el mayor rendimiento posible manteniéndome dentro de la legalidad; si cambian las normas, pues haré lo mismo con las que pongan». De todas maneras, el californiano no tira de falsa modestia y reconoce que «soy consciente de que mi caso puede haber acelerado esta decisión, pero repito que no va a ser ningún problema para mi».

Ahora son atletas

Lo que no cabe duda es que el «efecto Bryson» ya ha empezado a causar estragos entre sus compañeros. A diferencia de lo que sucedía en el golf pretérito, donde no se le prestaba atención a la preparación física ( Seve Ballesteros siempre lamentaba no haber cuidado más su espalda en sus comienzos), hoy en día los golfistas son auténticos atletas y lo tienen asumido como una parte más de su trabajo, sobre todo los jóvenes. «Yo crecí viendo a Tiger Woods , que era un portento físico, por lo que tenía clara la importancia del gimnasio para triunfar en los circuitos», señala Adri Arnaus , que en sus tres años en el European Tour ya vive una rutina en la que la parte física tiene un papel diario en su preparación. Luego está el caso de otros más expertos, como Jorge Campillo , que con dos triunfos a sus espaldas la ven más como una obligación que como una necesidad. «Es parte de mi trabajo y le doy la importancia que tiene, pero yo busco más tener flexibilidad y no dañarme la espalda que ganar distancia; en ese sentido soy un poco más clásico», indica el cacereño.

Por último, los veteranos tienen que adaptarse a marchas forzadas. Precisamente, cuando se habla de alargar su vida deportiva, siempre sale el caso de Miguel Ángel Jiménez , a quien siempre acompaña su preparador, Emilio Pereira. «La gente siempre habla mucho de su ejemplo, como si fuera un milagro, pero nada más lejos de la realidad. Realizamos sesiones muy intensas a diario y no siempre coincidimos con los jóvenes... Aquí no hay secretos, a sus 57 años Miguel es un gran trabajador».

Lo que está claro es que la distancia está marcando el presente del golf. Pero los problemas físicos de DeChambeau en el Masters hicieron saltar las alarmas. «Hay que tener cuidado con pedirle al cuerpo más de lo que puede dar, porque luego pueden llegar los sustos», advierte Pereira.

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