Empresarios de éxito más allá del deporte

Lleva tiempo de moda el «coaching» de deportistas a directivos de empresas. Sesiones individuales o colectivas para adentrarse en motivaciones, planes de acción, liderazgo de grupos o visualización de objetivos. La información fluye recíproca, ya que las estrellas del deporte reclaman asesoramiento a financieros y abogados para obtener rendimiento a su capital sin necesidad de meterse a empresarios. Además de la tradicional inversión inmobiliaria, la diversificación de su patrimonio en divisas o la participación como accionista en negocios reducidos y familiares, hay deportistas que saltan al vacío, crean su propia marca, desarrollan un producto y triunfan como emprendedores sin necesidad de aparecer en las noticias de sucesos de deportes, evasiones fiscales, fraudes y demás. Son patronos de éxito.

Carlos Sastre ganó el Tour de Francia 2008 y no se volvió loco.

Siguió confiando en la gente de siempre, en sus raíces y en el sentido común una vez retirado del pelotón. Además de diversas adquisiciones inmobiliarias en Ávila, donde vive, y de una joyería en la calle comercial de la capital castellana, se ha lanzado al mundo empresarial. El 16 de diciembre inauguró el Carlos Sastre Sports Science, un espacio que nace al calor del ciclismo -tienda, material y todo lo relacionado con las bicis-, y pretende crecer como asesoría integral del deportista. Preparación física, fisioterapia, gabinete de psicología y consultoría legal/financiera. «Será un establecimiento con el objetivo de aunar deporte, salud y diversión», dice el excorredor.

Otro ciclista en activo, Mikel Landa, ha invertido en comunicación. Suya es la web Zikloland (tierra de ciclismo, en vasco). El exvelocista Ángel Edo es propietario de la empresa Kec Pro, dedicada a la representación y al asesoramiento de imagen. Más lejos, en Texas, Lance Armstrong perdió sus siete Tour de Francia por una investigación de dopaje, pero no ha perdido su visión para los negocios. Además de incontables inversiones y dos tiendas de bicis en Austin y Forth Worth, ha entrado en el accionariado de Mobli, una red social que permite compartir fotos en tiempo real.

Lauda y los aviones

El piloto Carlos Sainz, que se prepara estos días para concursar una vez más en el Dakar con 54 años, es el dueño de dos recintos deportivos muy populares en Madrid, el Carlos Sainz Center, dividido en Las Rozas y el paseo de la Ermita, junto al Vicente Calderón. Circuito de karts para eventos, reuniones de empresas, presentaciones de productos o convenciones. El piloto más lanzado en los negocios es Niki Lauda, que tuvo la compañía aérea Lauda Air (vendida a Austrian Airlines) y preside ahora Niki, una aerolínea de bajo coste con sede en Viena.

Autor de su propia marca es el exgimnasta chino Li Ning, quien conquistó seis medallas en los Juegos de Los Angeles 84 y después el mercado de la ropa deportiva. En 1990 fundó Li Ning Company, que ha vestido a España en más los Juegos de Pekín 2008 y que factura 400 millones al año.

La tenista Maria Sharapova, siempre original, hasta para dar positivo por meldonium, ha fabricado una marca de chuches, Sugarpova. Dulces gominolas, caramelos de chocolate y chicles con forma de pelotas de tenis. El valenciano Juan Carlos Ferrero dedica su tiempo de exdeportista a su hotel en Villena, Ferrero, y a su academia de tenis, Equalite Sports. Entre sus múltiples inversiones (la Academia que presentó hace poco), Rafa Nadal es socio de Pau Gasol y el cantante Enrique Iglesias en el restaurante Tatel, en el Paseo de la Castellana de Madrid. Javier Sánchez Vicario, el hermano de Arantxa y Emilio, es el presidente de GreenSet, la empresa manufacturera que fabrica y distribuye las pistas rápidas de muchos torneos de la ATP y de la WTA. Gonzalo Corrales, un extenista que no pasó del puesto 859 del ranking, es el CEO de AGM Sports, una compañía que busca oportunidades en las universidades norteamericanas a los españoles que quieren estudiar y hacer deporte.

Parte de los dineros del fútbol se van al negocio inmobiliario. Antes y después de la crisis, las estrellas del balón refugian su capital en viviendas, locales y garajes. Messi compró parte de la torre Aqualina, un edificio de 120 metros de altura y 40 plantas de apartamentos en el centro de Rosario (Argentina). También en un complejo residencial de chalets cerca del río Paraná y en un restaurante de moda en Barcelona. Sergio Ramos es copropietario de un edificio de locales y viviendas en el centro de Marbella que cuenta con 684 plazas de aparcamiento. Además posee la yeguada SR4, caballos de pedigrí que ganan carreras. Aparte de su bodega de éxito, Iniesta es el máximo accionista del Albacete y prueba en negocios futuristas, como First Visión, cámaras adosadas al cuerpo de los futbolistas.

En otra dimensión, la waterpolista de la selección Maica García ha abierto una barbería/peluquería en Sant Cugat del Vallés. Y el nadador y aventurero David Meca promocionó con cierto éxito su empresa dedicada a rehabilitación de viviendas, diseño de jardines y espacios interiores.