Los deportistas no vacunados y el peligro de quedarse sin nómina

La pandemia del coronavirus amaina tras dos años y medio pero sus consecuencias son más que patentes. Pese a que finales de octubre y según el Ministerio de Sanidad de España cerca del 50% de la población mundial había recibido al menos una dosis de una de las diferentes vacunas comercializadas, ahora uno de los debates candentes lo generan aquellas personas que pese a tener la opción de inmunizarse deciden no hacerlo. El deporte tampoco ha quedado exento de esta polémica, más si se tiene en cuenta la exposición mediática de las grandes estrellas. Si la semana pasada el capitán del Bayern de Múnich, Joshua Kimmich , confirmó públicamente que no estaba vacunado debido a que «los efectos a largo plazo eran desconocidos», ahora el equipo bávaro, aupado por una nueva ley del estado federal de Baviera, se plantea bajarle el sueldo por su condición. Los deportistas, siempre en sus burbujas, vuelven a la realidad tras la pandemia.

Kimmich se encuentra actualmente en cuarentena debido a que su compañero de equipo y selección Niklas Süle dio positivo esta semana durante la concentración del combinado nacional germano. Ambos jugadores, con bastante probabilidad, no podrán jugar con el Bayern el día 19 contra el Augsburgo. Mientras que Süle solo tendrá pérdidas en el ámbito deportivo, Kimmich podría tenerlas también en lo económico, pues desde el 1 de noviembre en Alemania (también en Austria e Italia) una empresa de más de 10 trabajadores no está obligada a pagar toda la nómina a un empleado si este no está vacunado, se contagia y no puede ejercer su profesión. Los equipos deportivos no son una excepción.

«Esta medida en España no tendría cabida. La vacunación para trabajadores contra ciertas enfermedades está considerada como recomendada, pero nunca obligatoria. Aquí se respeta más que en otros países los derechos fundamentales, pues exigir que una persona declare si está vacunada o no ataca al derecho fundamental de la intimidad», explica a ABC Pere Vidal , abogado laborista y profesor de la Universidad Oberta de Cataluña, quien también apunta que estas medidas son «extraordinarias y temporales», aunque sus consecuencias no se conocerán hasta dentro de «dos o tres años».

Hay un patrón en prácticamente todas las ligas profesionales del mundo donde importantes nombres han sido noticia en los últimos meses por su decisión de no vacunarse (o estar en contra de ello) en vez de por sus habilidades sobre una pista. En el fútbol europeo, jugadores como N'Golo Kanté (Chelsea), Wout Weghort (Wolfsburgo), Pione Sisto (Midtjylland) o Callum Robinson (West Brom) han rechazado abiertamente recibir la dosis. El actual mejor tenista del mundo, Novak Djokovic , pese a que no ha confirmado si está inmunizado o no, ha sido una de las voces más críticas contra las normas de algunos países que impedían a deportistas no vacunados participar en sus torneos. Más allá fue Aaron Rodgers , una de las estrellas más emblemáticas de la liga de fútbol americano, mintió sobre su estatus de vacunación y se saltó un buen montante de protocolos anticovid, algo por lo que han sido multados tanto él (13.000 euros) como su equipo (260.000) y ampliamente criticados por la opinión pública estadounidense.

Aunque el caso más sangrante seguramente sea el de Kyrie Irving , base de los Brooklyn Nets de la NBA. El jugador, que considera que las vacunas son un objeto satánico, no ha podido debutar este año en competición debido a que las leyes del estado en el que vive y juega su equipo, Nueva York, impiden que personas sin vacunar estén en pabellones deportivos cerrados sin estar inmunizados. Ante su negativa, la franquicia le ha declarado como 'no seleccionable' y le ha privado de su sueldo: Irving, por cada partido que no juega, deja de percibir más de 370.000 euros .