Olimpismo
La candidatura olímpica de 2030 reaviva su llama
Los gobiernos de Cataluña y Aragón se abren finalmente a conversar, aunque con reticencias, para impulsar de manera definitiva la candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030
Han sido semanas de dimes y diretes. De enfados frente a las cámaras y mensajes cruzados. De pasos atrás en el intento de traer de nuevo los Juegos a España 42 años después de Barcelona 92. Con los Pirineos como nexo común, a los ejecutivos de Aragón y Cataluña les ha costado encontrar el equilibrio dentro de la candidatura. Unión que aún parece lejana, pero que parece más cerca después de la reunión celebrada en el Comité Olímpico Español (COE) en la que se han limado las diferencias para presentar un proyecto unido que cuente, por fin, con el apoyo de todas las partes.
El cónclave, en el que han estado Víctor Francos -secretario general del Ministerio de Cultura y Deporte-, Nuria Cuenca -secretaria general de Presidencia de la Generalitat de Cataluña- y Felipe Facilitador -consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón- además de Alejandro Blanco, presidente del COE, se ha alargado casi dos horas y de ella han salido todos con el compromiso de seguir conversando para llegar a un acuerdo feliz para las partes en un futuro cercano.
No ha cedido Cataluña en sus pretensiones -se remite al acuerdo técnico aprobado por todas las partes- pero tanto Aragón, que en un primer momento se había sentido perjudicada en un proyecto que pretende hacer de los Pirineos aragonés y catalán el epicentro del deporte olímpico en 2030, como el Gobierno español y el COE creen que hay mimbres para seguir hablando para llevar a un acuerdo.
«La conclusión de la reunión es que puede que tengamos Juegos Olímpicos en España en 2030», resumía Francos a la salida, satisfecho por haber roto la resistencia de ambas partes para conversar en torno a un proyecto que pretende atraer millones de inversión a la zona.
En el documento presentado por el COE hace algunas semanas se proponía que en el Pirineo catalán se organizara el esquí alpino (La Molina-Masella), el snowboard, el esquí acrobático (Baqueira Beret) y el esquí de montaña (Boí Taüll), mientras que el Palau Sant Jordi de Barcelona sería el escenario del hockey sobre hielo.
En el Pirineo aragonés se llevaría a cabo el biatlón y el esquí de fondo, con Zaragoza como sede del patinaje artístico y el patinaje de velocidad en pista larga y en pista corta, mientras que Jaca acogería el curling. Reparto que no gustó al Ejecutivo de Lambán.
«No ha habido acuerdo, pero hemos quedado emplazados a seguir teniendo conversaciones. Espero, deseo y estoy seguro de que alcanzaremos un acuerdo », aseveró con contundencia Alejandro Blanco, anfitrión de la reunión y el principal intermediador entre ambas partes.
Algo menos optimista apareció Nuria Cuenca , enfocada a defender los acuerdos de la comisión técnica que se aprobaron por todas las partes y que no fueron validados luego por el gobierno aragonés. «Le toca al COE convencer a Aragón», señaló.
En la reunión celebrada en el COE, que tendrá su continuación en los próximos días, se vivió un moderado optimismo que tendrá que confirmarse cuando los equipos de ambos gobiernos autonómicos estudien las propuestas presentadas y saquen sus conclusiones. En cualquier caso, la llama que estaba casi extinguida se ha reavivado y los Juegos de los Pirineos 2030 siguen vivos… habrá que ver hasta cuándo.
