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Balonmano

Alberto Entrerríos, adiós al mito

El jugador del Nantes anuncia su retirada del balonmano, con un palmarés de títulos envidiable y uno humano todavía mejor

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La imagen del Mundial de España no fue solo la de la selección con la medalla de oro en el podio. No. La imagen del Mundial de España fue la de un Alberto Entrerríos emocionado y manteado por todos sus compañeros. Se despedía de la selección no solo un goleador, un jugador completísimo que dio triunfos al país en cada partido. Se iba un mito, el guía, el maestro, el corazón del vestuario español. Esos son los calificativos con los que sus compañeros siempre han dibujado al capitán.

Quiso retirarse para dejar paso a los jóvenes, pero su enorme talento lo aprovechó el Nantes francés, donde Entrerríos siguió dando lecciones deportivas y personales estos tres últimos años. Hasta hoy. El jugador ha decidido que también su tiempo en un club ha terminado y en una emotiva rueda de prensa ha anunciado su retirada.

«La edad o la preparación física no son las razones por las que he tomado esta decisión. El verdadero motivo que me lleva a parar está en mi cabeza. El balonmano me ha dado tantas cosas buenas durante toda mi vida que hoy ya no me siento capaz de plantearme nuevos objetivos como jugador y, evidentemente, un deportista sin objetivos no puede ser competitivo. Me voy orgulloso de haber formado parte de la selección española durante más de 15 años y haber disputado 8 Campeonatos del Mundo, 7 Campeonatos de Europa, 2 Juegos Olímpicos y 240 partidos. He ganado muchos títulos y también he perdido muchos otros pero ha sido maravilloso estar en todas esas finales riendo y llorando, no lamento nada».

«Queremos que la gente se sienta orgullosa de nosotros», explicaba para ABC en una entrevista. Era el lema con el que vivió su carrera profesional: por y para el balonmano. Para que su deporte se hiciera tan grande como él en la pista. Él lo hizo enorme desde que comenzara en Gijón (Oviedo Naranco) y despuntara en el Ademar León hasta su llegada al Barcelona, su paso por el Ciudad Real y su primer gran triunfo con la selección. El oro en el Mundial de Túnez 2005, el bronce en Pekín, el bronce del Mundial de Suecia, dedicado a su madre fallecida, el otro oro en el Mundial de casa. Momentos de su vida como profesional.

También la crisis lo llevó al extranjero y es allí donde se despide, en un último partido con el Nantes -ante el Nimes- este viernes. Con un palmarés en las vitrinas envidiable: 6 Ligas, 3 Copas del Rey, 6 Copas Asobal, 3 Champions, 2 Recopas, 2 Mundiales y 1 bronce olímpico. Pero uno humano mucho más grande.

Así se han despedido algunos de sus compañeros de selección:

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