NFL
El adiós del más grande: Tom Brady se queda sin su última remontada
El mejor 'quaterback' de todos los tiempos podría dejar el fútbol americano
Tom Brady es uno de esos deportistas con los que el marcador no importa. Da igual lo que diga el luminoso, es intrascendente la ventaja del equipo contrario. El rival tiene miedo porque sabe que Brady puede cambiarlo, por imposible que parezca. Como Jordan, como Leo. El ‘quarterback’ o mariscal de campo de la NFL comparte con ellos, más que el talento o el poderío físico, la determinación, el convencimiento de que puede torcer la historia a su antojo. Y un aura, magia, duende -o flor- para conseguirlo.
El único marcador que importa es el de la cuenta atrás para su retirada . Ese está bajo su control absoluto. Y parece que el ‘quarterback’ más grande de la historia del fútbol americano ha decidido que llegue a cero.
Brady se puso el casco por última vez en la ronda de división de los ‘playoffs’ la semana pasada -el equivalente a los cuartos de final, cayó derrotado- y parece que será la última vez que lo haga . Así lo ha asegurado la cadena deportiva ESPN, que se basaba en fuentes anónimas para confirmar su retirada del deporte profesional.
El jugador no lo ha confirmado. De hecho, la revelación de su retirada, tras 22 temporadas en la NFL, causó a la vez conmoción y confusión . Era el adiós del jugador más laureado del fútbol americano en su historia y los medios y las redes sociales acudían a celebrar y repasar su trayectoria. Pero, al mismo, tiempo, nadie del entorno directo del jugador lo confirmaba.
«Entiendo que haya especulación anticipada sobre el futuro de Tom», dijo su agente, Don Yee, sobre la noticia. «Sin querer entrar en la exactitud o inexactitud de lo que se ha divulgado, Tom será la única persona que hablará de sus planes con exactitud completa . Conoce la realidad del negocio del fútbol y el calendario de planificación mejor que nadie, así que eso será pronto».
Tampoco nadie de su actual equipo, los Tampa Bay Buccaneers, de Florida, quiso confirmarlo en un primer momento. Ni su entrenador, Bruce Arians, ni el director general, Jason Licht, que aseguró a ‘Bally Sports’ que Brady le había contactado para decirle que no había tomado una decisión final todavía. Una emisora de radio de San Francisco, KRON, aseguró que el padre de Brady les había dicho que no había retirada.
Lo que es indiscutible es que Brady nadie le ha pedido que se vaya. Según la ESPN, en la decisión del ‘quarterback’ han pesado la salud y la familia . Brady tiene 44 años. Es una edad disparatada para un jugador de fútbol americano. A esas alturas, la mayoría llevan muchos años retirados y con problemas físicos crónicos después de una carrera recibiendo embestidas. A pesar de que siempre ha jugado muy protegido por sus equipos, es un milagro que haya seguido en el campo. Fuera de él, le esperan su mujer -la modelo brasileña Gisele Bündchen - y tres hijos, que apenas tienen sitio en las temporadas de la NFL. Aunque cortas, lo absorben todo.
De hecho, Brady ha defendido que no se plantearía dejarlo hasta que su nivel bajara. Si es así, ha incumplido su palabra. Porque su último año ha sido excelente. Bien rodeado en un equipo hecho a su medida, ha liderado la temporada regular en pases completados, yardas de pase y pases de anotación (‘touchdown’).
Y ha estado a punto de dejar otra página para la historia en su último partido. Frente a Los Ángeles Rams, su equipo perdía 27-3, y una batería de pases magistrales de Brady en el último cuarto consiguió el empate. Solo una anotación de patada de los Rams en el último segundo les dejó sin otra remontada legendaria.
Brady demostró que podía hacer lo de siempre: un liderazgo implacable, la decisión siempre acertada, el pase ajustado y el coraje cuando se necesita. Si ese fue su último partido, fue un broche emocionante para la carrera más distinguida de la historia de la NFL: no es que sea el mejor entre los ‘quarterback’ es que su historial no lo superan ni los equipos en su conjunto.
Brady ha ganado siete Super Bowl , más que cualquier franquicia de la NFL. En esos grandes partidos es donde ha dado lo mejor de sí mismo: ha sido cinco veces MVP de la Super Bowl, mientras que solo otro ‘quarterback’, John Elway, ha disputado ese número de finales. Sus récords requerirían un artículo entero. Baste decir que es el líder histórico de la NFL en pases de ‘touchdown’, en yardas de pase y en victorias.
Su llegada al deporte profesional no anticipaba esos logros. Era un segundón que fue elegido en el número 199 del ‘draft’ de 2000 por los New England Patriots. Con el entrenador Bill Belichick formó una dupla dominadora y odiada. Porque ganaban demasiado y por capítulos como el ‘deflagate’, en el que les acusaron de deshinchar las pelotas que lanzaba Brady para tener mejor agarre (Brady cumplió una sanción de cuatro meses). También dejaron partidos para la historia, como la remontada en la Super Bowl de la temporada 2016, en la que los Patriots dieron la vuelta a un marcador de 28-3 en contra frente a los Atlanta Falcons.
El último giro de guión en la carrera de Brady fue tan inesperado como eso. Entrado en la cuarentena, los Patriots no quisieron darle un contrato de larga duración. Se marchó hace dos años a una franquicia perdedora, los Buccaneers, a la que dio la vuelta. En su primer año, consiguió la Super Bowl. Los adjetivos para la longevidad, la capacidad y el hambre de Brady se acaban en la prensa deportiva estadounidense.
Lo que parece haberse acabado ahora es su carrera. «Lo sabré cuando lo sepa», dijo hace unos días sobre el momento de su retirada. Parece que, a falta de un nueva sorpresa, Brady ya lo sabe.
