A Río 2016 se va por Polonia

Como si quisieran llevarse algo del calor a tierras polacas, la selección masculina de balonmano se presentó en su despedida con camisa blanca y pantalón claro. Por delante, un viaje a Polonia con más ilusión que nunca. Y también, más presión: por el Europeo se va a Río 2016. Los de Manolo Cadenas aspiran a todo, y en su palmarés les falta un oro europeo con el que reivindicar su estatus en el balonmano planetario. Olvidar que ceder el podio ante Polonia en el Mundial de Qatar fue un desliz que no quieren volver a experimentar.

Conscientes de que el nivel que acumulan en los últimos años es muy alto (cuartos en Serbia 2012, oro en el mundial de España 2013, bronce en el Europeo de Dinamarca 2014, cuartos en el Mundial de Qatar), se esperan un Europeo en el que cada partido será una final.

Desde el día uno, pues en su grupo C aparecen selecciones de la talla de Alemania, Eslovenia y Suecia.

A pesar del gran estado de forma que han mostrado en el Torneo Internacional de España, en el que vencieron a los tres rivales con contundencia y superioridad, los de Cadenas, y el propio Cadenas, se muestran cautos: «salvo Francia, todos se juegan un pase a los Juegos. Suecia ni siquiera se ha clasificado para el preolímpico. Van a ir todos a por todas».

Cuentan en este Europeo con un embajador de excepción: Íker Romero, un soporte anímico en el vestuario y una referencia para continuar con los éxitos presentes. «Intentaré ayudar al equipo en todo lo posible, también al entrenador, a la Federación. Aportar mi experiencia y mi nombre». Una garganta más para animar a un grupo que lidera el capitán Raúl Entrerríos y que cuenta con los siguientes nombres: Arpad Sterbik, Gonzalo Pérez de Vargas, Rodrigo Corrales, Joan Cañellas, Niko Midegia, Juan del Arco, Eduardo Gurbindo, Jorge Maqueda, Viran Morros, Antonio García, Álex Dujshebaev, Víctor Tomás, Cristian Ugalde, Valero Rivera, Julen Aginagalde, Rafael baena y Gedeón Guardiola.