FeMÀS 2019

Accademia del piacere: El fue, es y será de la viola da gamba

La formación liderada por Fahmi Alqhai ofreció una noche de ensueño en el espacio Turina

El espacio Turina se llenó para recibir a la Accademia del Piacere Lolo Vasco

José Luis López López

Fahmi Alqhai se nos ha revelado como el envés y, a la par, la identidad gozosa de aquel terrible —sublime— verso de Quevedo: «Soy un fue, y un será, y un es cansado». Pues lo que era en el tremendo genio barroco muerte, cansancio y despedida grandiosos, en Fahmi es resurrección, y más vida. Más vida de la propia vida en forma de música, a través de su decidida y revolucionaria apuesta por lo que podríamos llamar, con toda propiedad, «historicismo futurista», donde el pasado y el porvenir se abrazan en el presente. Este concierto, y la recuperación de la viola da gamba como un instrumento de siempre (de antes, de ahora y de mañana) es un ejemplo privilegiado de su concepción «total», poliédrica y, al mismo tiempo, unitaria. ¿ Dónde empieza y dónde termina lo italiano, francés, inglés o alemán ? ¿Dónde está la frontera del pretérito, de lo actual, de la posteridad?

El título « Bach y Francia » es convencional respecto a lo que significa este acontecimiento: apunta, claro, a que los demás compositores son franceses; pero ¿«cómo» de franceses? Marais, desde luego, es el paradigma: la «Suite en re menor» de su «Primer Libro» supone la plenitud de la viola da gamba versallesca, con su secuencia de danzas tradicionales exquisitas y refinadas. Mas Dieupart tiene influjos del «italianismo» de Lully y de su residencia en Londres: no olvidemos lo que las bachianas suites inglesas le deben a las « Six suites de clavessin » dieupartianas, y, sin embargo, en esta ocasión la « 4ª en mi menor » es transcrita al conjunto de tres violas da gamba, tiorba y clave; es decir, «à la Marais» (lo que le confiere una extraña contemporaneidad para nosotros). Y lo mismo le sucede a uno de los movimientos de la «Suite L’Imperiale» de Couperin.

Para desembocar en el objetivo final de este concierto: la « Obertura al estilo francés, BWV 831 » de « Clavierübung II », no para teclado, sino —de nuevo— para esta arrebatadora formación. Obra que supera a los anteriores modelos, en todos los parámetros, coronada por el escalofriante «eco» que cierra el milagro de una noche que quedará en la más profunda memoria.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación