María Arnal & Marcel Bagés: «La acogida nos ha sobrepasado»

Las tierras catalanas están viendo germinar interesantísimos duetos chico-chica en los últimos tiempos, casi todos ellos producto del minimalismo y de la fusión de nuevas y viejas ideas, de la modernidad y el folclore, la electrónica y el cante tradicional. El de María Arnal y Marcel Bagés posee, sin embargo, sus propios elementos distintivos. Combina el castellano y el catalán, temas propios y ajenos, incluso letras propias y ajenas en un mismo tema, e incorpora a su proyecto el rescate de grabaciones de campo y archivos digitalizados pertenecientes a distintas fonotecas de todo el país. Un Alan Lomax a la española, como quien dice.

«Sí, la figura de Lomax nos fascina», señala María Arnal, una cantante más instintiva que académica, cuyo timbre y modulaciones resultan tan sugerentes como cálidos y reconfortantes.

«Las personas que facilitan el contacto musical entre generaciones tienen toda mi admiración. Su historia es muy inspiradora, porque pone en valor la figura de la música como necesidad vital».

Ganadores del Premio Ciutat de Barcelona de Música por su –según el jurado- «revitalización del patrimonio oral que destaca tanto por la dimensión social y ética como por la alta calidad musical», la vocalista de Badalona y el guitarrista de Flix (Tarragona) no dejan de recibir reconocimientos por su segundo EP, Verbena, single del año para la revista Rockdelux y reciente Premio Time Out a la Mejor Obra Artística del ejercicio. Teatros, salas y festivales como Pirineos Sur, Vida o Musikaire han acogido una propuesta que brilló de manera especial en la Opening Night del último Womex (Santiago) cumpliendo con creces las expectativas generadas.

Su álbum de debut, «45 cerebros y 1 corazón», llega hoy al mercado discográfico tras el inesperado éxito de sus dos primeros EPs, publicados en 2015 y 2016. «Inesperado no, ¡inesperadísimo!», exclama Arnal. «Todo empezó como un juego entre Marcel y yo, y, de hecho, al principio sentíamos pudor por mostrar nuestras intervenciones en canciones tradicionales. Estábamos como en un trampolín, a punto de tirarnos sin saber si había agua debajo». Pero sus primeras actuaciones fueron definitivas para quitarse el miedo. «La gente respondió tan bien que nos dio tranquilidad para lanzarnos. Pero, insisto, esta acogida nos ha sobrepasado. Es como, «¿en serio?».

Cuando María se lanza a explicar el cuerpo conceptual del disco, se convierte en un auténtico torrente de ideas. «Hay mucho contenido dentro, muchos referentes. Por ejemplo, hay una cita de Lewis Carroll que dice: "Qué pobre es aquella memoria que sólo funciona hacia atrás", que se enlaza con la idea de la canción de "Tú que vienes a rondarme" como en una explosión cósmica. También hay algo de influencia de una película que a mí me chocó mucho, de un director que se llama Patricio Guzmán, "La nostalgia de la luz". Es un documental. También me inspiró mucho un cómic de Alan Moore que se llama "Prometea", que tiene un imaginario muy original. A nivel musical, hay un montón de influencias que a priori no lo relacionarías con nuestro proyecto. Por ejemplo, fui a un concierto muy bestia que fue muy importante para mí, de una poeta y rapera que se llama Kate Tempest. Su estilo al expresarse tenía mucho contenido histórico, su intención es plantear su música desde la historia, desde la idea de contar algo que trascienda la historia misma, porque te llega de una forma muy personal. Ella canta en inglés, pero ni siquiera eso me pareció una barrera porque su presencia escénica es muy, muy fuerte».

Otro músico que ha dejado huella en María y Marcel es Arca. «Sí, es el productor de Bjork, y acaba de sacar su disco. No le conocemos personalmente, por desgracia, pero ha sido una influencia muy fuerte en el disco. Una influencia muy transformada, por supuesto, pero que está ahí».

Todo esto se traduce en conciertos muy espontáneos y divertidos, al contrario de lo que pudiera parecer. «Sí», dice María, «aunque tratemos todos estos temas nosotros somos la mar de frescos. Que cantemos canciones tan emotivas no quiere decir que estemos en plan melancólicos todo el rato (risas). En el directo además le damos mucha importancia a las introducciones que hago de las canciones, para presentarlas y explicar de dónde vienen, o el momento en que aparecieron y por qué aparecieron, cómo llegamos a ellas, etc. Así va saliendo todo y el público puede ir integrando todo el proceso que hemos desarrollado Marcel y yo. Nosotros tuvimos muy claro que no queríamos que los conciertos sonaran exactamente como el disco».

En algunas actuaciones (no en la de Madrid, por desgracia) contarán con la colaboración de su productor David Soler, «que también es guitarrista y un experto espectacular con los pedales y los ambientes», explica María. «Él nos ha ayudado mucho a trasladar al disco el sonido que queríamos en directo, contando con la ayuda del técnico y mezclador Ángel Medina. Siempre trabajan juntos y hacen una pareja muy creativa, y gracias a ellos ha subido el nivel del disco de una forma increíble. En el Apolo de Barcelona estará David con nosotros, y haremos algunas partes eléctricas y otras acústicas».