The Cavern Club, un sótano que es historia de la música

El local, en el que actuaron por primera vez The Beatles, se encuentra amenazado de cierre por culpa de la pandemia

The Beatles, en una de sus actuaciones en The Cavern ABC

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Cuando en 1959 Ray McFall le compró a Alan Styner por 2.750 libras esterlinas el club que éste había inaugurado un año antes en el número 10 de Matthew St., en Liverpool, no podía ni imaginarse que, tan solo unos años después, su sala se iba a convertir en uno de los principales lugares mundiales de peregrinación para los aficionados a la música. Los responsables, cuatro muchachos de aquella ciudad: Paul, John, George y Ringo, que velaron sus primeras armas en el club y que pasarían a la historia con el nombre de The Beatles.

Ahora, The Cavern Club corre el riesgo de cerrar sus puertas definitivamente por culpa del coronavirus. Sus responsables han revelado que están perdiendo 30.000 libras (unos 33.000 euros) a la semana, y aseguran que si no llegan ayudas del Gobierno, tendrán que echar el cierre después de algo más de sesenta años de vida.

La historia de The Cavern Club comenzó a finales de los años cincuenta del pasado siglo, cuando Alan Styner regresó a Liverpool después de pasar una temporada en París. Allí había frecuentado los locales donde se tocaba jazz; muchos eran sótanos reconvertidos por su buena acústica y su estética underground en clubes con actuaciones en directo.

Styner buscó un local para convertirlo en un lugar similar al Le Caveau de París, y encontró un sótano en el centro de Liverpool que había sido utilizado como bodega y como refugio antiaéreo durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio funcionó como club de jazz, pero con el tiempo lo tomaron los jóvenes, que se reunían en aquella «caverna».

Al adquirirlo Ray McFall en 1959 lo transformó en un local que ofrecía las actuaciones de bandas de blues y grupos beat. Uno de los que tocó allí, el 25 de mayo de 1960, fue Rory Storm and the Hurricanes, con un chico llamado Ringo Starr a la batería. Antes, el 7 de agosto de 1957, John Lennon, al frente de The Quarry Men, provocó un pequeño terremoto al romper la regla de «sólo tocar jazz o skiffle» interpretando un fragmento de «Don't Be Cruel» de Elvis.

La historia de The Cavern cambio el 21 de febrero de 1961. Aquel día subieron a su escenario cuatro jóvenes que se hacían llamar Fab Four. Eran John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Pete Best. Unas trescientas personas se reunieron para escuchar a los Fab Four tocar temas propios y versiones de Chuck Berry, Ray Charles, Elvis Presley y Jerry Lee Lewis.

Interior de The Cavern

Nueve meses después de aquella actuación, el 9 de noviembre de aquel mismo 1961, nació la leyenda de The Beatles. Aquel día, Brian Epstein, un joven emprendedor que regentaba una tienda de música y colaboraba con la revista Mersey Beat, se acercó a The Cavern atraído por las noticias que le hablaban de aquel grupo, habitual ya en el local. Epstein se convirtió en su representante y comenzó el despegue de The Beatles, que tocaron un total de 292 veces -desde agosto de 1962 con Ringo Starr a la batería, en lugar de Pete Best-; su última actuación fue el 3 de agosto de 1963, unos meses después de la publicación de su primer disco, «Please Please Me». Por ella recibieron 300 libras esterlinas. The Beatles make their final and 292nd appearance at the club.

Siguiendo la estela de The Beatles, The Cavern acogió durante los años siguientes a grupos y cantantes como The Rolling Stones, The Yardbirds, The Kinks, Elton John, The Who y John Lee Hooker. En un sótano cercano se creó un estudio de grabación, Cavern Sound, regentado por Nigel Greenberg y Peter Hepworth.

El club cerró sus puertas en marzo de 1973, pero en abril de 1984 fue adquirido por el jugador de fútbol del Liverpool F.C., Tommy Smith, que se asoció con la empresa Royal Life. Fue reconstruido con muchos de los ladrillos que habían sido utilizados en la construcción original, y el diseño se ajustó todo lo posible al original. En 1989 cerró de nuevo sus puertas durante 18 meses por una crisis financiera.

En 1991, dos amigos, el profesor Bill Heckle y el taxista Dave Jones, reabrieron el club. Aún hoy en día administran el club, y a pesar de ser un punto turístico mundialmente famoso, el mismo continúa funcionando principalmente como un centro de música en vivo, si bien cuenta con un DJ en las noches de viernes y sábado. El 14 de diciembre de 1999, Paul McCartney regresó al escenario del nuevo Cavern Club para tocar algunas canciones de su disco «Run Devil Run».

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