DARÁN QUE HABLAR
Fito Conesa: «Objetivamente, soy buena gente»
Con su trabajo, este creador de origen murciano crea espacios de complicidad y secreto. Aunque el arte 'le da sustento' confiesa sentirse cómodo en el ámbito de la música. Él pone banda sonora a nuestras preguntas. Por eso 'da que hablar'
Nombre completo: Adolfo Daniel Conesa Martínez (Fito Conesa). Lugar y fecha de nacimiento: Cartagena, 28 de mayo de 1980. Residencia actual: Barcelona. Formación: Licenciado en Bellas Artes. Ocupación actual: Trabajador cultural (y artista).
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Qué le interesa. Aunque en estas primeras líneas ya alguien podría pensar que me dedico a la repostería o similar… mis intereses van directamente relacionados con mi necesidad de crear espacios de complicidad y secreto. Me siento más cómodo con la música, por una parte, por no tener formación reglada en ella y porque seguramente sea el espacio en el que más rápido encuentro la sinestesia, que, al fin y al cabo, es el lenguaje o el campo semántico que habito.
De dónde viene. He expuesto en el CCCB , el MNAC, en FACBA (Centro José Guerrero), y el CESD, homenajeando el conocimiento lírico espontáneo de la sociedad, lo expreso a modo de siglas, que, al fin y al cabo, es la nomenclatura natural de muchos centros, y así hacemos un poco de onomatopeya. También he pasado por La Capella de La Virreina, el Centro Párraga , CentroCentro, la Fundación Miró, Matadero, el Centro Español Santo Domingo, Caixaforum (tanto en Lleida, como en Tarragona y Barcelona), el Palacio Consistorial de Cartagena, La Casa Encendida, en la galería House of Chappaz (que, de hecho, es 'mi casa'), Chiquita Room, Joe Ramone y algúin espacio más, pero no soy bueno haciendo listas.
En cuanto a mi proceso, destacaría la invocación que supuso 'Our Own Path Remains', en la Fundación Miró . Y digo 'invocación' porque fue un empezar de nuevo, lo que muchos llamarían 'alcanzar la madurez' o 'prescindir de cosas'. Fue un proyecto que, junto a la comisaría Pilar Cruz, abordaba la crisis creativa a partir de la figura de Arvo Pärt.
Este proyecto me permitió compartir y colaborar con la arquitecta Olga Subirós y poder trabajar también mano a mano con Martina Millà y el equipo de la Fundación.
Por su parte, 'Abrir Pandora' trae siempre melodías a destiempo que con el tiempo voy ubicando. Este trabajo fue sin duda una sacudida. Me permitió trabajar con el Cor Jove De l’Orfeó del Palau de la Musica y entrar en procesos de creación que nunca antes había atravesado pero que llevaba años deseando probar y enfrentar.
Supo que se dedicaría al arte… El día que me di cuenta de que pedir las cosas en mi lengua materna no funcionaba. El día que entendí que debía ir a buscar otras formas y otros cuerpos, y seguramente, el mismo día que reventó el cargador de un órgano pequeño porque me empeñé en tocar las pestañas de los vatios. De pequeño mi vida interior iba muy en sintonía con ese corto llamado 'Trevor' (recomendación encubierta) : un niño gay obsesionado con Diana Ross y que ensayaba su entierro.
¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Pues, en concreto, no sabría decirte, pero estoy seguro que ha sido rodeado de gente y cien por cien expuesto. A pesar de que soy de sonrisa fácil, también soy bastante más introvertido de lo que parece. Me cuesta mucho sentirme seguro en espacios compartidos y, al mismo tiempo, esos espacios son la luz intermitente que me llama todo el rato. Ahora contestando esta entrevista y haciendo un ejercicio de arqueología cerebral sí que recuerdo un momento de esos en los que el ego se deshincha y las piernas empiezan a correr para otro lado, pero me espero unos años para contarlo.
Su yo «virtual». A estas preguntas englobadas en lo 'virtual' suelo decir que no separo lo virtual de lo real en términos de consumo o exposición. Tuve una relación virtual de un año y medio con un gran 'ghosting' final, dormido por Skype. De hecho en la obra 'MIDGARD' abordo algunas cuestiones que afectan a la construcción de mi propio deseo desde lo virtual.
Para mí, Instagram es un escenario de pruebas: disfruto trasteando las ubicaciones y creado con estas meta-relatos, invadiendo todo con 'hashtags' imposibles, 'selfies' en filtro belleza a tope y, a veces, no tengo reparo en exponerme en 'stories' con un par de copas de más. También coqueteo con Twitter, Facebook, Tik Tok, la laguna Estigia, la Tierra Media y Ganímedes.
Me muevo fácil en el formato imagen/vídeo, consumo series con aires 'teenager' y a la vez hago uso regular de los bonos diamante de Filmin . Sólo tengo un problema con las pantallas: No puedo colocarme horizontalmente ante una, siempre sentado. En posición horizontal tengo el síndrome de la Nancy: los ojos se me cierran.
Dónde está cuando no hace arte. Tengo junto a Pilar Cruz (comisaria y amiga) el proyecto degenero : telas de autor por metros. A veces pongo música y preparo vídeos para ilustrarlo todo. Tutorizo proyectos, soy jurado de un concurso de copla y de algunas convocatorias de arte, escribo artículos (esto no tan frecuentemente) y hago una ensaladilla rusa espectacular.
Le gustará si conoce a... Curiosamente, mis referentes son, en su mayoría, musicales o no encasillados en lo museístico. Gente como Meredith Monk, Alice Coltrane, Wendy Carlos, Suzanne Ciani, Patinir, Thomas Cole, Daphne Oram, el universo Showstudio, John Akomfrah , Margaret Watts Hughes, Felix Gonzalez-Torres ... Soy una persona clásica :).
De mi generación o que siento de mi generación (que eso es otra cosa), destacaría a Antoni Hervàs, Momu & No Es, Carlos Sáez, Lúa Coderch , Regina de Miguel, Claudia Pagés, El Palomar... Hay decenas de referencias, pero creo que esta lista representa cosas que me llaman de una manera u otra.
Qué se trae ahora entre manos. Preparo junto a Maria Arnal, artista y cantante, un proyecto para poner a vibrar y extraer sonido y voz al órgano del MNAC. Un instrumento que lleva varias décadas estropeado. Todo empezó con una 'performance' en el marco del ARTefACTe que, junto a Homesession, me invitaron a «hacer algo» en el MNAC y en marco de este festival performático. Entonces decidí crear nuestra propia banda apocalíptica de siete trompetas, algo que ya había hecho para un vídeo ('Helikon'), pero esta vez en un entorno urbano.
Por otro lado, estoy trabajando junto a la periodista y artista Nancy Garín en un proyecto titulado 'Universo Eutócico' que se desarrolla en el CCCB y que es parte de las ayudas de Art for Change de la Caixa. Y en abril me voy a Canadá por un mes a desarrollar un proyecto musical vinculado a las minas de amianto.
Proyecto favorito hasta el momento. Sin duda, 'El Reparo'. Una obra que grabé con mi madre en el campo minero de La Unión. Un canto al cambio, a abrazar el paso del tiempo y sanar de alguna manera. Espero en breve poder mostrar esta obra más allá de la exposición que este año tuve en House of Chappaz . Estoy deseándolo.
¿Por qué tenemos que confiar en él? Porque, objetivamente, soy buena gente. Seguramente que miro desde otro sitio siempre. Aunque suene a lugar común, suelo llegar o enfrentar las cosas desde otros sitios y siempre abrazo e incorporo otros relatos, dejando el mío propio oculto pero latente.
Lejos del neocapitalismo 'mindfulness', creo que aporto empatía, capacidad de unir y trabajar en proyectos de mediación. Hablo inglés, tengo altos conocimientos de ofimática y siempre he querido optar a este puesto.
¿Dónde se ve de aquí a un año? Preparando una exposición coral (hasta aquí puedo leer). Tampoco descarto un cambio de residencia.
Defínase en un trazo.
¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? A María Alcaide.
