LIBROS

Carlos Sisí: «No sería mala idea que nos gobernara un programa informático»

Zombis y vampiros pueblan los libros de Carlos Sisí, uno de los autores españoles de ciencia ficción más exitosos. Hablamos con él de plagas fantásticas y reales

Carlos Sisí en una imagen tomada estos días de confinamiento en su casa de Calahonda, municipio de Mijas (Málaga)

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Carlos Sisí lo tiene todo para ser considerado un friki de manual, de los entregados a la causa de los frikis -cómics, videojuegos, cine y literatura de género fantástico, series, redes sociales...-. Nacido en Madrid en 1971, pero hijo adoptivo de Málaga, es uno de los autores de ciencia ficción y terror más reconocidos de nuestro país. Cuando la plaga lo permita, presentará Infierno (Minotauro), el último volumen de su Trilogía Vampírica . Entretanto, contesta las preguntas de ABC Cultural desde su confinamiento en la Costa del Sol.

¿Un escritor empieza por escribir para sí mismo antes que para los demás?

Supongo que la cosa varía según qué casos. Vivimos en la época de los influencers y la necesidad psicológica de tener visibilidad en las redes sociales, coleccionamos seguidores, se nos mide por el éxito en las redes, así que imagino que para algunos puede ser tentador la idea de obtener reconocimiento por este medio. Para otros, la cosa será más visceral. Es la magia del creador: construir cosas que antes no estaban, contar historias, buscar cómo llegar más con menos palabras, explorar maneras de hacer interesante una conversación a priori trivial. Ese escritor, más visceral, se crea en la intimidad de sus esfuerzos tempranos. Ese escritor probablemente produjo muchos trabajos que nunca enseñó a nadie mientras aprendía, pero tampoco sintió la necesidad de enseñarlos.

A muchos autores de ciencia ficción la Tierra les parece un caso perdido y los protagonistas de sus novelas viajan a Marte, y más allá. Así ocurre en su space opera «Panteón». Pero tal vez el problema no sea la Tierra, sino el ser humano, que al final acaba «exportando» sus miserias por el universo.

Absolutamente. Nos quejamos del panorama político y la izquierda señala a la derecha y al revés, pero el trasfondo real es contundente: los políticos son personas, y están sujetas a emociones, miedos y fallos que pueden degenerar en una ineficacia que es inherente a la condición humana. Pedimos «zero defects» en la gestión del país pero tenemos que asumir que el ser humano es así. Por eso a veces he pensado que no sería mala idea que nos gobernara un programa informático de código abierto que maneje todas las variables con las necesidades del país y aplicara tecnología de inteligencia artificial para concluir resultados. Puede sonar risible, claro, pero nadie negará que parece la única manera de eliminar el componente errático tan humano.

Su debut literario, «Los caminantes», ¿tiene puntos de conexión con «The Walking Dead», el cómic de Kirkman y Adlard?

No conocía The Walking Dead cuando escribí Los Caminantes , pero la comparación no es solo inevitable, es aceptable y justa. Es lo que ocurre cuando todos jugamos con los mismos juguetes, y ese juguete original fueron las películas de zombis de Romero y otros, mi clarísimo referente.

Zombis, vampiros… toca material muy «sensible». ¿Cómo es el feedback con sus lectores?

Para mí, la interacción con los lectores es primordial. Escribir puede ser un ameno vicio solitario, pero somos artistas y sentimos una necesidad en ocasiones no confesa de dar a conocer nuestra obra, y por ende, de gustar. Sigue siendo aquel «mira mamá qué hago» de antaño. Los comentarios son imprescindibles, y ayudaron mucho a levantar Rojo [el primer volumen de la saga vampírica], por ejemplo, que surgió de la petición de los lectores de Facebook. Yo ponía mini cuentos de vampiros y empezaron a preguntar que cuándo salía esa novela, algo que no estaba en mi mente. Cuando pregunté si realmente querían una novela de vampiros, tuve dos mil «me gusta» y me motivé para hacerlo.

Sus vampiros no responden al modelo canónico de Drácula o de otros clásicos del siglo XIX (Lord Ruthven, Carmilla…). ¿Han evolucionado por obra y gracia de la cultura pop? ¿Alguna influencia reseñable? (ha mencionado en alguna ocasión «El misterio de Salem's Lot», de Stephen King).

Salem's Lot fue una novela que me impactó mucho, pero la leí cuando tenía 14 años, y ahora cuento 48. Pese a su genialidad, indudablemente ha pasado muchísimo tiempo desde que King la escribió, y el mito del vampiro ha evolucionado desde entonces, no sólo en literatura, también en videojuegos, series, películas, juegos de rol... Así que cuando releí el libro antes de empezar con la novela me di cuenta de que había hueco para aportar algo. Construí una historia muy coral y compleja de la que estoy, a decir verdad, muy satisfecho.

Jared, el militar pendenciero y malhablado de «Rojo», probablemente uno de sus mejores personajes, ¿es un trasunto de Carlos Sisí?

¡Interesante pregunta!. Soy bastante apocado y prudente, pero debo admitir que mover a Jared me resultaba natural y fácil. Nunca tenía que pensar nada, no tenía que pararme, era una comunicación directa y fluida. Eso no ocurre con muchos personajes. Hacer hablar a los vampiros con mentes milenarias y con una inteligencia adquirida de esa longevidad prolongadísima me requería muchísimo esfuerzo porque ni de lejos tengo la capacidad intelectual que quería darles [risas].

«Los autores de ciencia ficción jamás hubiéramos previsto el actual lodazal de mentiras, intrigas y confusión»

La plaga vampírica empieza en Estados Unidos pero amenaza con inundar el mundo. Casi recuerda una pandemia como la que estamos viviendo.

Es curioso todo esto porque llevaba advirtiendo desde enero de lo que venía. Entonces me llamaban alarmista y me decían «la gripe es peor», pero ahora soy un visionario y un ingeniero social [risas]. Simplemente estaba conectado a la información de primera mano que aparecía en Reddit, y era mucha y de calidad. Ahora que ya está en todas partes me hace pensar en lo inocentes que fuimos todos los autores de pandemias y desastres en nuestras fantasías lúdicas. Los intereses económicos, políticos, las maniobras sociales, corporativas, las intrigas, mentiras, verdades a medias, la confusión, la desinformación... es un lodazal tan delicado y complicado que no habríamos podido preverlo ni en mil años.

Creo que sus libros se adaptan perfectamente al lenguaje cinematográfico. ¿Hay planes de películas o de series?

Ese tema siempre ha estado en marcha, incluso ahora, pero nunca ha terminado de centrarse. ¡La reserva de derechos se ha vendido en al menos cinco ocasiones a diferentes productores! Pero siempre ha fallado la financiación, porque indudablemente son libros complicados de llevar a la pantalla, o bien la localización. Una vez fueron unos canadienses que querían ubicar la trama en su país, y supongo que podíamos haber cogido el dinero y correr, pero pensamos que los lectores se merecían que la película estuviera ambientada en Málaga, como el libro, y que no era justo destruir así la esencia de una historia que funciona como es: española.

Su libro «La hora del mar» trata sobre el abuso a nuestro planeta. El coronavirus ha aparcado el que estaba siendo gran debate de este tiempo. Pero quizás todo forme parte del mismo asunto.

Hay teorías que apuntan a que el virus pudo haber sido producido en un laboratorio, y aunque ese es un peligro muy real, no tengo la sensación de que sea el caso. Creo que el Covid-19 es una evolución de otros coronavirus que llevan rondándonos desde hace mucho. Mutaciones, evoluciones, daños colaterales de la perseverancia de la vida, porque un virus, a su manera, también es algo vivo que lucha por sobrevivir. Este periodo de cuarentena y bajo perfil social está trayendo conclusiones inesperadas: el descenso de contaminación, paisajes más limpios, pájaros cantando y animales en nuestras calles. A lo mejor deberíamos estudiar esta pausa para descubrir cómo podemos trabajar nuestro impacto en el planeta, pero tristemente no creo que el ser humano tenga esta capacidad

«A lo mejor deberíamos estudiar esta pausa para descubrir cómo podemos trabajar nuestro impacto en el planeta»

Fue creador de aventuras conversacionales para el legendario ZX Spectrum en una era analógica que parece muy lejana. ¿Qué recuerda de aquellos tiempos? ¿Cuáles han sido sus videojuegos imprescindibles?

Recuerdos preciosos, sin duda. Aquellas aventuras eran historias que me permitían explorar, o prever, múltiples caminos. Era un ejercicio de imaginación fascinante, y echo de menos sus posibilidades frente a la linealidad de la novela convencional. Llevo años con un proyecto de novela digital interactiva, pero su creación llevaría un trabajo ímprobo, y requiere cierta financiación. La respuesta que he obtenido hasta ahora es: «Nadie lo ha hecho hasta ahora, ¿por qué crees que va a funcionar?», lo que me parece de locos. Los videojuegos siempre han sido una parte importantísima de mi vida. Recuerdo, entre todos, los primeros mundos abiertos de la serie Ultima de Origin. Creo que pasé meses inmerso en sus muchas historias, grandes y pequeñas.

Ha confesado su devoción por Tolkien. Sorprendentemente, casi nadie menciona a este autor en las recomendaciones de lecturas que inundan los medios y las redes estos días...

No lo sé. Fue de los primeros de una época de apertura, así que mucha gente se cansó de su lectura reiterada. Cuando escribí Nigromante , con Tolkien como clarísimo referente, alguien dijo que algo como Juego de Tronos hubiera sido una inspiración mucho mejor, y aunque soy consciente de que soy una minoría, no comunico tanto con George R. R. Martin . Tolkien cogió mitos nórdicos y las mezcló con vivencias propias y otros elementos más o menos populares, y creó algo nuevo que conformó muchísimas cosas de las que somos conscientes, desde Dungeons and Dragons hasta modernos juegos masivos multijugador. Siempre que puedo, sigo recomendándolo, ¡y regalando sus libros a los que empiezan a leer!

¿Se puede vivir bien siendo autor de ciencia ficción / terror en España?

En el fondo da lo mismo. Hacemos lo que hacemos porque no podemos dejar de hacerlo. Los cheques son un incentivo tardío que acaba llegando, pero son una recompensa colateral y no el motivo. Hacemos lo que hacemos porque la satisfacción es la sensación de creador en sí; los comentarios de los lectores, sus ganas. En ese sentido, con rotundidad, sí se puede vivir bien, que los abrazos alimentan mucho.

Después de los vampiros, ¿qué otras criaturas o argumentos están en la mente de Carlos Sisí?

Me interesan mucho los misterios de la inteligencia artificial , es un tema fascinante, y no me refiero a la tradicional máquina que cobra conciencia de sí misma y se empeña en acabar con los humanos. Su aplicación en muchos campos ya es una realidad, y creo que hay hueco para contar una buena historia, ligada a otros campos que me interesan. Pero eso será en 2021 como poco.

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