Cesc Gay, el gran favorito con «Truman»
Cesc Gay, el gran favorito con «Truman» - ABC

Cesc Gay: «La clave de esta película fue encontrar el justo equilibrio»

El gran favorito, con «Truman», ve acercarse los Goya y lo vive con tranquilidad. Si gana bien, y si no da igual: el éxito ya es suyo

MADRID Actualizado: Guardar
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A Cesc Gay, hombre templado y sereno, casi el hombre tranquilo, no se le nota la vorágine que provoca ver cómo se acerca la fecha de los Goya. Es probable que la procesión vaya por dentro, pero a Gay, ni un segundo libre para respirar, pareciese que todo a su alrededor fuesen nervios mientras él mantiene la calma.

—Vaya obra maestra que ha levantado de la nada, señor director.

—Eso se lo dirá a todos, –dice entre risas–. No, en serio, le agradezco mucho el piropo. Estamos muy contentos.

—Ricardo Darín nos dijo que la idea de «Truman» surgió porque usted había tenido una experiencia parecida en alguien cercano a usted.

—Sí, en el proceso de acompañar a un familiar empecé a escribir, a anotar, a hacer casi una especie de diario.

Lo que pasa es que luego lo dejé reposar y me puse a hacer «Una pistola en cada mano». Después empecé a retomar ese material y comencé a trabajar en él. Pensé que era un tema, una situación y un algo interesante. Le fui dando forma y así surgió «Truman».

—¿Fue complicado darle esa forma precisa?

—Siempre lo es, cualquier película es complicada. Aunque en algún filme en especial puedas estar más involucrado, al final hacer una película requiere el mismo trabajo de arquitectura y te encuentras con los problemas que te encuentras. Cada una tiene sus peculariedades. Por ejemplo, «Una pistola en cada mano» tenía otra serie de exigencias a nivel de escritura, pero la cosa es tomártelo con calma. Sobre todo es muy importante no precipitarte, esperar a que las cosas se vayan colocando en su lugar. Cuando sientes que un guión está en su momento bueno, en el punto justo, es cuando hay que empezar a preparar la película.

—Darín y Cámara coinciden en que lo más complejo del rodaje fue no dejar que las emociones se derramasen en exceso. ¿Cómo lo consiguió?

—El guión ya intentaba tener ese equilibrio. Pero la verdad es que el trabajo de los tres fue en ese sentido: en no dramatizar en exceso cada momento. Por otro lado, también lo contrario, que dónde había humor este no se frivolizase en exceso. En realidad, todo era encontrar el equilibrio justo.

—¿Había pensado en Ricardo Darín y en Javier Cámara desde el principio para los papeles principales?

—No desde el principio pero sí en la fase final del guión empecé a ponerle la cara de Ricardo. A Darín le preguntaron en San Sebastián si habría hecho este papel hace años, y él contestó que «afortunadamente no me lo ofrecieron entonces». Quiere decir que era un papel muy para el Ricardo de ahora, por la edad que tiene, por su madurez en todos los sentidos, así que no lo dudé. Tardé un poco, terminé el guión, se lo mandé y en cuanto me dijo que sí ya le puse a cara a Javier, pero la verdad es que intento no pensar mucho en ellos cuando escribo el guión.

—Da la sensación, que no sé si es falsa, de que la película ha tenido mucha más aceptación por el público y por la crítica que por los jurados. Que no ganara en San Sebastián o en los Feroz resulta cuanto menos insólito.

—No pienso mucho en todo esto. Ya sé cómo funciona y cada festival y cada premio es un mundo. Los premios se dan por razones que no puedes prever, ni tampoco hay que darles muchas vueltas. Si nos los dan felices, pero ya está.

—¿Resulta frustrante a nivel personal?

—Para nada. Yo soy feliz con que me dejen hacer cine. El resto son postres.

—Y pensaron desde el principio en este éxito tan brutal que han tenido?

—Qué va. En la productora nos daba miedo que hubiera algo de rechazo a una película que trata sobre la enfermedad y sobre un personaje en una situación así. Y aunque tuviéramos a alguien como Ricardo defendiendo el pabellón pues miedo sí que teníamos. Lo cierto es que ha sido una sorpresa.

—¿Que nos dice de sus rivales? Supongo que lo habrá visto todo.

—No las he visto. Vi la de Isabel (Coixet) porque somos vecinos y nos vemos en el súper. La de Paula no la he podido ver y la de Fernando tampoco. Soy un desastre, pero bueno, de Fernando he visto muchas. Es gente que hace muy buen cine. Estamos ahí todos y los premios, pues ya sabe, van como van.

—Creo que tiene muchos proyectos.

—Sí, voy a hacer teatro en La Latina en abril, mi primera aventura en teatro, y una cosa en televisión.

—El panorama general no es tan bueno como se dice.

—Es muy negro. No entiendo cómo aún existen los productores. Son unos héroes, unos locos admirables. Producir una película va contra la salud. Es muydifícil porque incluso si a los que nos va bien sufrimos una barbaridad, fíjese el resto...

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