La cultura, un gran motor de dinamización en España

Ciudad de la Cultura de Galicia

Reinventarse a la fuerza. La compostelana Ciudad de la Cultura, ideada por Peter Eisenmann bajo los gobiernos conservadores de Manuel Fraga, fue siempre más un concepto estético y arquitectónico que una propuesta práctica. Sus usos eran difusos, cuanto menos. La crisis económica llevó a la actual Xunta a cancelar el Centro de Arte Internacional y el Teatro de la Ópera, pendientes de construir a pesar de que se llevaban invertidos 300 millones de euros en las obras –el presupuesto inicial rondaba los 120 millones por los seis edificios–, además de un costoso mantenimiento.

Así, el gobierno de Feijóo se vio obligado en 2011 a reinterpretar los cuatro edificios existentes. De la mano de empresas tecnológicas, ha apostado por convertir el complejo del monte Gaiás en un polo de innovación y emprendimiento, con 200 emprendedores residentes. Varios centros administrativos de la Xunta también se han trasladado a estas instalaciones, que alberga a unas 600 personas. Apoyados en patrocinios privados, se celebran 200 actividades culturales al año y el escenario acoge unas 300 acciones de empresas de todo tipo a través del alquiler de espacios. Sin ser un foco de atracción turística per se –ese rol lo ejerce en Santiago su centenaria Catedral–, ya acumula casi tres millones de visitantes desde su inauguración hace seis años, y complementa su oferta con espacios naturales de reciente apertura, informa José Luis Jiménez.

Centro Internacional Oscar Niemeyer

En 2011 abría sus puertas en Avilés, una ciudad de 80.000 visitantes centrada en la producción industrial, el Centro Internacional Oscar Niemeyer. Su diseño había sido un regalo a la ciudad del arquitecto brasileño como agradecimiento por el premio Príncipe de Asturias que había recibido varios años antes. Darle forma costó 43,39 millones de euros, con una obra que permitió además sanear una zona industrial, dando vida a la ría de la ciudad e integrando una zona degradada. Una ambiciosa programación cultura y artística, con nombres como Woody Allen –que inauguró el centro con un concierto de clarinete–, Kevin Spacey, Brad Pitt, Wim Wenders, Carlos Saura, Paulo Coelho, el premio Nobel Wole Soyinka, Vinton Cerf, Paco de Lucía, Yo-Yo Ma, Joan Manuel Serrat o Fernando Arrabal, que pusieron al centro en el mapa mundial de la cultura, con 3,5 millones de euros de presupuesto anuales.

Se calcula que más de 700.000 personas visitaron el centro aquel primer año, 250.000 el primer mes. Apenas un año después de su apertura, un enfrentamiento entre el Gobierno regional y la Fundación que dirigía el centro acabó en una agria polémica que aún hoy espera respuesta de los tribunales. Por el camino, una reducción del presupuesto (2,5 millones el pasado año) ha traído aparejada una bajada de visitantes exponencial. El año pasado se contabilizaron menos de 100.000, aunque bien es cierto que ya no se contabiliza con tanta alegría como en sus primeros años, cuando cualquiera que pasaba por la plaza pasaba a engrosar la cifra de usuarios, informa Miguel Rojo.

Centro Botín

Rodeada al este por el Guggenheim de Bilbao, al oeste por el Niemeyer de Avilés y al suroeste por el MUSAC de León, Santander ha dejado de ser una isla en el mar de espacios de arte que inundan buena parte del país, a los que se acaba de unir con el recién inaugurado Centro Botín. Promovido por la Fundación homónima y diseñado por el reputado arquitecto Renzo Piano, el edificio –que sobrevuela la bahía– es la joya del denominado «anillo cultural» de la capital cántabra, un itinerario concebido como un paseo por museos, salas expositivas y centros de interpretación, con el que a su vez se recorre la historia y legado de la villa.

Tras una inversión privada inicial cercana a los 80 millones de euros –que se habría disparado hasta casi 100 durante los cinco años de obras, por la complejidad del proyecto y problemas con las contratas–, el Centro Botín está llamado a dinamizar el turismo y sectores asociados –como el comercio local– de la ciudad y el resto de la región, ya que se espera que sea un motor de atracción de viajeros que buscan algo más que sol y playa. En el primer fin de semana posterior a su puesta de largo (23 de junio) unas 40.000 personas recorrieron las rampas y pasarelas que rodean y comunican los dos volúmenes nacarados del edificio, y 3.500 entraron a las exposiciones inaugurales de Höller y Goya. El acceso es gratuito para los nacidos y residentes en Cantabria que adquieran un pase especial por 2 euros, y también para quienes se hagan «Amigos» de este centro, que ha generado 60 empleos directos. El impacto económico previsto es por ahora uno de los secretos mejor guardados de la Fundación Botín, informa Rocío Fernández Ortiz.

Museo Guggenheim

El Museo Guggenheim Bilbao se ha convertido, en apenas dos décadas, en el icono cultural más importante del País Vasco. Ni siquiera la desaceleración económica ha hecho mella en la pinacoteca vizcaína, una de las obras cumbre del arquitecto canadiense Frank O. Gehry. De hecho, desde 1997, año en el que abrió sus puertas, el centro ha recibido a cerca de 19 millones de personas, de las cuales más de la mitad (el 61,36%) son extranjeras. A su vez, 25 exposiciones temporales y 31 presentaciones de la colección permanente superaron el medio millón de visitas, como es el caso de la exposición «Sombras» de Andy Warhol, que es, con 820.618 entradas, la muestra más exitosa hasta la fecha.

Más allá de su valor cultural, el Guggenheim ha resultado ser un rotundo éxito en materia económica. Un estudio realizado por el propio museo con motivo del 20 aniversario de su apertura revela que su aportación al PIB ha sido superior a los 4.200 millones de euros. A su vez, ha ingresado otros 660 millones adicionales a las Haciendas vascas. Por otro lado, en 2016 logró mantener un total de 9.086 empleos, por lo que la media del conjunto de todos los años alcanza los 5.030, informa Adrián Mateos.

Museo Universidad de Navarra

A pesar de que fue inaugurado en enero de 2015, el Museo Universidad de Navarra se ha convertido ya en un referente cultural imprescindible en Pamplona. Lo demuestra que en estos dos años y medio ya ha sido visitado por 275.132 personas. Teniendo en cuenta que la capital navarra cuenta con 200.000 habitantes, el peso que ha adquirido el museo diseñado por Moneo ha sido inmediato. Este museo genera anualmente 2,6 millones de euros al

PIB navarro. Además, buena parte de los gastos que realiza redundan en otros ámbitos de la economía como alojamiento, hostelería y comercio al por menor.

También genera riqueza a través de la creación de puestos de trabajo. Durante la construcción del edificio, entre 2012 y 2014 se crearon 110 puestos de trabajo. Una vez inaugurado, el Museo Universidad de Navarra ha generado 45 puestos de trabajo entre los propios trabajadores del museo, seguridad, el restaurante, limpieza y montaje. Según un estudio de Deloitte, por cada euro de gasto del museo se produce un gasto adicional traccionado de 0,5 euros. Pero, además de la propia economía, el Museo Universidad de Navarra aporta una serie de valores intangibles pero de gran importancia para el desarrollo de cualquier región como conocimiento, actividad social y marca, informa Pablo Ojer.

Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León

El 1 de abril de 2005 los entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, inauguraban en León el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), que nacía con vocación de recopilar y aglutinar actividad artística relacionada con el «presente», señalaba entonces su director, Rafael Doctor. Doce años después, y tras sucesivos altibajos, vinculados a los cambios de dirección –la más fugaz fue la de Eva González-Sancho, que apenas duró tres meses en el puesto– y a su política de precios –comenzó a cobrar cinco euros, que luego rebajó a tres–, el museo, de cuyo edificio fueron responsables los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Mansilla (su colorista trabajo les valió el prestigioso premio Mies van der Rohe en 2007) ha vuelto a recuperar visitantes y sigue incorporando fondos. Así, el pasado año recibió casi 63.000 visitas (un 5,4 por ciento más que el año anterior) y, a fecha de 30 de junio, acumula desde su apertura 1,16 millones de visitantes.

Respecto a sus fondos, cuenta con 1.018 obras, entre las cuales se encuentran las 291 asumidas este mismo año por la reubicación de la Colección Arte Contemporáneo de la Junta de Castilla y León, así como ocho nuevas adquisiciones. Con su director Manuel Olveira al frente, el centro museístico cuenta con nueve trabajadores, informa Henar Díaz.

Museo de la Evolución Humana

Más reducida es la plantilla del Museo de la Evolución Humana, con sede en Burgos, que cuenta con cuatro trabajadores más su director científico, Juan Luis Arsuaga, y el director gerente del Sistema Atapuerca, Alejandro Sarmiento. El centro museístico burgalés, que abrió sus puertas el 13 de julio de 2010, puede presumir de ser una de las instalaciones de titularidad regional más visitadas. En 2016 sumó algo más de 370.000 visitantes –un 0,37 por ciento más que el año anterior– y desde que se abrió acumula 1,7 millones de visitas, superando al MUSAC pese a llevar menos tiempo. A lo largo de 6.000 metros cuadrados y cuatro plantas, el edificio construido bajo la dirección de Juan Navarro Baldeweg a diez kilómetros de la Sierra de Atapuerca, cuyos hallazgos forman el grueso de sus fondos, cuenta actualmente con 224 piezas. Sólo en sus dos primeros años de vida el impacto económico fue superior a los 53 millones de euros, informa Henar Díaz.

Ciudad de las Artes y las Ciencias

Al margen de convertirse en el icono de Valencia y proyectar su imagen internacional, la Ciudad de las Artes y las Ciencias ha ejercido de catapulta de la actividad turística de la capital del Turia. El recinto diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava fue inaugurado en 1998. Su construcción, realizada por fases, supuso una inversión pública de 1.300 millones. En apenas una década, el impacto económico del recinto cultural y de ocio ya había alcanzado los 1.200 millones, de acuerdo con un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas datado en 2008, el último con rango oficial hasta la fecha. En 2016, las instalaciones que forman el conjunto vendieron cerca de dos millones de entradas. El grueso, 1,3 millones, correspondieron al Oceanogràfic, uno de los principales acuarios del mundo gestionado por Avanqua, que en un año ha abonado ya veinte millones de euros en concepto de canon a la Generalitat.

Más allá del empleo directo que genera el recinto (cerca de medio millar de personas), la Ciudad de las Artes ejerce un efecto multiplicador en Valencia, cifrado en un gasto turístico superior a los 300 millones de euros anuales. Al margen de su impacto, la Generalitat valora en 934 millones los seis edificios que forman la Ciudad de las Artes, informa A. Caparrós.

Museos de Málaga

Málaga, la capital europea de los museos». En diciembre del año pasado, el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, disparaba por elevación deshaciéndose en elogios hacia la capital andaluza cuando acudió a ella a inaugurar el último de sus museos abiertos. La apertura de la pinacoteca y el Arqueológico en la antigua Aduana ponía el colofón a una década prodigiosa en la que la cultura ha sido vector primordial y estratégico de sus administradores locales. Es cierto que la espita la abrió ya en 2003 el Museo Picasso (espacio expositivo más visitado de Andalucía). Pero desde 2011 la eclosión ha sido brutal. Carmen Thyssen, Pompidou y Museo Ruso se han sumado a una oferta de pequeños espacios ya existentes y a otros plenamente consolidados como el Centro de Arte Contemporáneo, en el antiguo mercado de mayoristas, donde las colas son constantes cada vez que da comienzo una de sus aclamadas muestras temporales, como sucedió con Marina Abramovic.

Al margen de cuestiones más intangibles pero evidentes que supone esta apuesta para el futuro, con los museos siempre llenos de niños durante el año escolar, sus réditos económicos son indiscutibles. Málaga ha dejado de ser el lugar de paso en el que alguna vez recalar cuando se iba de vacaciones a la playa a convertirse por sí solo en un destino turístico de primer orden. De las ciudades que más crece en este sentido de toda España. Y el atractivo de las nuevas galerías es parte fundamental. Un estudio elaborado este mismo año por la sociedad pública Turismo y Planificación Costa del Sol cifra en 81,4 las visitas a los 36 museos existentes por cada cien pernoctaciones que se producen en la capital.

El Picasso es, sin duda, el imán más potente, pero el resto ayuda cada vez más. El impacto económico de esta industria emergente asciende a 547 millones de euros, de los que el 54 por ciento es directo. Según esta misma entidad, son ya 6.100 empleos los que se generan para atender a toda la demanda, informa F. del Valle.