El hacha más antigua de toda Europa tiene 772.000 mil años y está en esta cueva de Murcia

El Estrecho del Río Quípar en Caravaca de la Cruz también tiene la primera evidencia de fuego en el mundo fuera del continente africano

El hacha de mano bifacial encontrada en la cueva

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Tres décadas llevan los investigadores excavando la Cueva del Estrecho del Río Quípar , en Caravaca de la Cruz (Murcia), que se ha revelado como uno de los yacimientos Paleolíticos más antiguos de España. Allí fueron encontradas el hacha de mano y la evidencia del fuego que ahora un nuevo estudio confirma como los más antiguos de Europa .

«Realmente no hay duda de que todo el conjunto paleolítico arqueológico que tenemos en niveles muy profundos en esta cueva pertenece a un periodo más o menos contemporáneo con el Homo antecessor de la Gran Dolina de Atapuerca », explica Michael Walker, profesor emérito honorífico de antropología física de la Universidad de Murcia y al frente de estos trabajos desde 1990.

La nueva investigación, publicada en el «Journal of Palaeolithic Archaeology», zanja esas incertidumbres que habían surgido en los últimos tiempos sobre su datación y apunta a quién pudo ser el autor hace ya 772.000 años . «En la Cueva Negra no tenemos restos físicos del hombre, ni huesos ni dientes, por lo que no podemos conocer su tipología, pero es verosímil debido a la contemporaneidad con el hommo antecessor, que era el que andaba por la Península en aquella fecha, que fuera él el tallador o talladora y el o la que cuidaba el fuego», aclara Walker.

Tanto el hacha de mano como las evidencias de combustión se encontraron, junto a una gran variedad de elementos líticos de menor tamaño, tras cuatro metros y medio de sedimentos , todos anteriores a la citada fecha. «Nuestra Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario lleva años en estos niveles. El problema es que hay que excavar todos y cada uno con esmero porque todos tiene material y quitar metros de sedimento es un trabajo muy lento . Queda mucho por delante», detalla el profesor emérito.

Al final del todo, a cuatro metros y medio, el equipo dio con el fuego. «Es un rastro de combustión que tiene sílex y mucho fragmento de hueso quemado. Nos cuenta que el hombre no tenía miedo del fuego a diferencia de los demás animales. Que, primero, no corría al fuego en el momento, sino que se acercaba a los restos, a las ascuas , tizones, ramas todavía candentes y, segundo, que los llevaba después a la cueva , donde lo reavivaba con la leña, a salvo de la lluvia y el viento . Todo ello supone una actitud cognitiva que no tienen los grandes simios de la selva, por ejemplo», indica el investigador.

Restos de hueso y sílex quemados

En cuanto al hacha de mano de talla bifacial, «para descuartizar grandes animales , seguramente, y también trabajar la madera quizá, aparece por primera vez en conjuntos líticos en África hace un millón quinientos cincuenta mil años . Después se empiezan a encontrar en Oriente Medio, en la India, pero en Europa no se han conocido antes de esta fecha, de 772.000 mil años», señala Walker.

Sí hay un hendedor de igual antigüedad en el yacimiento tarraconense del Barranc de La Boella. Ambos más antiguos que aquellos de talla bifacial fechados entre 760.000 y 700.000 años que se han encontrado en Italia ( Notarchirico ) y Francia ( Bois-de-Riquet y La Noira ).

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