Imagen de archivo del astrónomo ucraniano Klim Churiúmov
Imagen de archivo del astrónomo ucraniano Klim Churiúmov - ABC

Klim Churiúmov: Toda una vida dedicada al estudio del firmamento

Fallece uno de los descubridores del cometa objeto de la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea

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Klim Churiúmov, uno de los descubridores del cometa objeto de la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), falleció el sábado a la edad de 79 años mientras viajaba desde Kiev a Járkov. Nació el 19 de febrero de 1937 en la ciudad ucraniana de Nikoláyev. Dirigió el Planetario de la capital ucraniana, era miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, profesor de la Universidad de Kiev y presidente de la Sociedad Ucraniana de Amantes de la Astronomía.

Junto con Svetlana Guerasimenko descubrió en 1969 el cometa 67P, bautizado también con el nombre de Churiúmov-Guerasimenko. Sobre este cuerpo celeste se posó el p 12 de noviembre de 2014 el módulo Philae. Llegó hasta la superficie del cometa a bordo de la sonda Rosetta, fabricada por encargo de ESA y lanzada al espacio el 2 de marzo de 2004.

El hallazgo del 67P fue casi casual, mientras examinaba, ya de regreso en Kiev, las fotografías tomadas a otro cometa, al 32P (Comas Solà) obtenidas desde el observatorio de Alma-Atá (Kazajstán). Churiúmov pasó una temporada trabajando en un observatorio en la remota Tiksi, situada en la costa norte de Yakutia, en el Ártico. De aquella época tuvo siempre un mal recuerdo por el frío que pasó.

En una entrevista a ABC reconoció que se convirtió en astrónomo sin haberlo deseado. Su objetivo era la física teórica, pero no había plazas en la cátedra, así que tuvo que buscar alguna otra vacante y, tras pasar por la de óptica sin ser su fuerte, encontró su lugar en la de astronomía.

Hace dos semanas concluyó la misión Rosetta con su suicidio controlado contra la superficie del cometa, un enorme conglomerado de hielo y piedra de 10.000 millones de toneladas y 25 kilómetros cúbicos de volumen. La sonda, en cuya construcción participaron medio centenar de empresas de catorce países europeos recorrió 6.400 millones de kilómetros durante 10 años antes de llegar hasta el cometa. Churiúmov dijo entonces que la misión «tiene una importancia vital por los cometas son cápsulas de tiempo. Contienen materia que existió antes del momento en el que se formó el sistema solar. Esto nos permitirá comprender el origen del Sol, de nuestro planeta y de la vida en la Tierra. Entender cómo llegó el agua a la Tierra y las primeras moléculas orgánicas».

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