Descubren una enorme bóveda encima de la mayor acumulación de magma activo de la Tierra

Caminar por el actual Complejo volcánico Altiplano-Puna es pasear por una región tranquila, árida y castigada por el Sol, situada entre Argentina, Bolivia y Chile. Es una zona muy extensa y llana punteada por impresionantes volcanes dormidos. Y también es muy alta, hasta el punto de que se la considera como la segunda placa continental más alta de la Tierra. Parece que en el pasado algún fenómeno hizo subir el terreno de forma muy abrupta, al menos en términos geológicos. Quizás lo sucedido podría estar relacionado con lo que ocurrió allí hace 10 millones de años, cuando la zona era una de las regiones volcánicas más activas, con un número muy importante de súpervolcanes produciendo erupciones masivas y grandes calderas que luego colapsaron.

Un nuevo análisis del terreno de los Andes centrales ha mostrado, según un estudio publicado este martes en «Nature Communications», que la subida del terreno se produjo en parte a causa de una enorme acumulación de magma en la corteza, conocida como cuerpo de magma. Gracias a la topografía y a nuevas técnicas, los científicos han detectado una gran bóveda bajo el altiplano, que mide un kilómetro de alto y cientos de kilómetros de longitud.

«La cúpula es la respuesta de la Tierra a tener esa enorme cámara de magma en la corteza», ha dicho Noah Finnegan, investigador en la Universidad de California en Santa Cruz, y director de la investigación. Tal como ha explicado, la ascensión de la bóveda se produjo a medida que la corteza se engrosó debido a la inyección continuada de enormes masa de magma desde las capas más profundas.

Según ha dicho Jonathan Perkins, otro de los investigadores implicados en el estudio, la ascensión de esta bóveda es la responsable de la quinta parte de la altura de los Andes. «Es una gran parte de la evolución de los Andes, y hasta ahora no había sido cuantificada», ha añadido.

Junto a esta «chepa» provocada por el magma, las otras fuerzas que levantaron los Andes fueron la tectónica de placas, provocada a su vez por la subducción (deslizamiento) de la Plaza de Nazca bajo la Placa Sur de América.

Este mismo deslizamiento es también el responsable de la acumulación de magma en la corteza, y de que este se enfriara gracias al agua del océano.

Una colosal cámara de magma

Tanto Perkins como Finnegan trabajaron junto a científicos de la Universidad de Arizona, para usar las ondas sísmicas como un radar con el objetivo de averiguar qué hay bajo el terreno. Gracias a eso, descubrieron el enorme tamaño del Altiplano-Puna, en un artículo publicado en 2014, y la extensión de la acumulación de magma situada debajo, con 11 kilómetros de grosor y 200 de diámetro.

«La gente ya conocía este cuerpo de magma, pero no lo habían medido tan bien», ha dicho Perkins. «En este último estudio, hemos podido mostrar cómo se relacionan este cuerpo de magma y su gran cúpula, de un kilómetro de altura».

En la zona no ha habido erupciones importantes en miles de años, pero aún hay actividad hidrotermal y volcanes activos. Además, los satélites han descubierto que la superficie está ascendiendo y se está deformando desde 1990. Por ejemplo, en el volcán Uturuncu, el ascenso es de un centímetro al año.

«Creemos que la subida viene de la cámara de magma», ha dicho Perkins. «El jurado aún tiene que decidir qué es exactamente lo que lo está causando, pero no creemos que esté relacionado con un súpervolcán».

Sea como sea, este proceso es el que está detrás de la formación de los continentes, grandes placas situadas muy por encima de las placas oceánicas.«Esto nos da una idea de cómo es la fábrica donde se construyen los continentes», ha dicho Perkins. «Estos grandes sistemas magmáticos se forman durante periodos llamados estallidos magmáticos, cuando enormes cantidades de materiales fundidos se inyectaron dentro de la corteza de la Tierra. Algo así creó Sierra Nevada hace 90 millones de años, pero ahora lo estamos viendo en tiempo real».