Delta Acuáridas: cuándo y cómo ver la lluvia de estrellas que despide julio

Las condiciones astronómicas permitirán disfrutar de un gran espectáculo entre el 31 y el 1 de agosto

La noche del 1 de agosto se podrá disfrutar del espectáculo de las Delta Acuáridas Archivo

ABC Ciencia

Al lado de las famosas Perseidas, las Delta Acuáridas no son tan conocidas. Sin embargo, este año las condiciones astronómicas beneficiarán a la lluvia de estrellas que despide julio. Eso significa que el espectáculo será más que admirable y que en los próximos días podrá disfrutarse de una lluvia de meteoros envidiable.

Esto es así porque el máximo de actividad de las Delta Acuáridas´ que se producirá el 1 de agosto, concide con luna nueva, el mínimo de luz celeste, lo que asegurará una vista excepcional para los aficionados a la astronomía. Además, como el resto de eventos de su especie, no es necesario ningún tipo de instrumento para ver la lluvia de estrellas, ya que se pueden ver a simple vista. Y aunque se extienden desde el 12 de julio al 23 de agosto, este jueves alcanzarán su máximo con 20 a 25 estrellas fugaces por hora.

Descubierto por el astrónomo griego Ptolomeo, su origen está en el cometa 96p-Machholz , cuyo polvo cósmico produce la lluvia que ya puede disfrutarse. Sin embargo, su nombre proviene de la constelación de Acuario, lugar en el que los meteoros son más brillantes. Ésta es una constelación del hemisferio sur, por lo que el espectáculo será más intenso en latitudes más meridionales.

Sobre este cometa se sabe poco: tiene 6 km de diámetro y su última aproximación fue en octubre de 2017. Es el más veloz de los cometas periódicos conocidos, acercándose al Sol a 18,4 millones de kilómetros, siendo lanzado hasta la órbita de Júpiter. Además, se da el caso de que 96p-Machholz es peculiar porque no pertenece a nuestro Sistema Solar, por lo que está hecho de fragmentos de fuera de nuestro vecindario cósmico. Los astrónomos saben esto por la escasez de un gas.

Al igual que otros fenómenos parecidos, cuando el cometa que provoca la lluvia de estrellas se aproxima al Sol, éste se va desintegrando dejando tras de sí los llamados meterorides. En el momento en que la trayectoria de nuestro planeta se cruza con esta nube de partículas, el choque con la atmósferia terrestre provoca que algunos se desintegren, provocando el destello que vemos brillar en el cielo (lo que comúnmente llamamos estrella fugaz).

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