El clan de los Leakey, los «Indiana Jones» de la antropología

Durante más de noventa años esta familia ha liderado el estudio de la evolución humana bajo el sol africano

Louise y Mary Leakey en la Garganta de Olduvai (Tanzania) Smithsonian Institution

Pedro Gargantilla

A lo largo de la Historia de la Ciencia ha habido grandes sagas científicas, entre las más conocidas están los Curie, los Bohr y los Darwin . Quizás no sea tan popular entre el gran público los Leakey, a pesar de que han escrito algunas de las páginas más brillantes de la evolución humana.

Hace unos cuatro millones de años el Valle del Rift se dibujaba un escenario de tierras altas, sin lagos ni ríos caudalosos , en donde los felinos de diente de sable acampaban a sus anchas. Cierto día, hacia el final de la estación seca, el volcán Sadiman entró en erupción y en sus cenizas dejaron sus improntas múltiples animales.

Las huellas de Laetoli

Al menos hay huellas de veinte especies diferentes, desde hienas hasta jirafas, pasando por antílopes, liebres, rinocerontes o elefantes. En 1976 Mary Leakey (1913-1996), la dama de la antropología, descubrió que, además, había huellas de tres homínidos Australoptihecus afarensis –.

Estas huellas fosilizadas demostraban que hace 3,6 millones de años nuestros antepasados ya caminaban sobre dos piernas . Fue un descubrimiento verdaderamente extraordinario.

En este hallazgo, como tantas y tantas veces en la historia de la ciencia, la suerte jugó un papel fundamental. Al parecer, fueron descubiertas mientras algunos miembros del equipo jugaban a lanzarse excrementos secos de elefante.

No era el primer descubrimiento que realizaba esta científica, a lo que podríamos apodar como la Indiana Jones femenina ; con anterioridad, y junto con su marido Louise Leakey (1903-1972) había llevado a cabo una valiosa labor investigadora en la Garganta de Olduvai (Tanzania). Con un presupuesto exiguo este matrimonio había en encontrado un cráneo de Zijanthropus boisei .

Tercera generación de paleontólogos

Los genes Leakey dejaron la impronta de la curiosidad científica en la siguiente generación. En 1959, Mary, con la ayuda de su hijo Jonathan , descubrió los restos de un Homo habilis , de dos millones de años de evolución.

En 1969 Louise solicitó, en un breve anuncio publicado en el periódico Times, un ayudante para el Centro de Investigaciones de Primates. Respondió Maeave, una zoóloga marina desempleada y enormemente entusiasta. Algún tiempo después esta joven pasaría a formar parte de la familia al casarse con Richard Leakey , otro de los hijos de los Leakey.

Meave Leakey fue la descubridora de especies como el Australopithecus anamensis y el Kenyanthropus platyops , este último junto a su hija Louise, un adolescente de diecisiete años. Durante dos décadas Meave fue la Jefa del Departamento de Paleontología del Museo Nacional de Kenia.

A Richard Leakey también debemos algunos de los hallazgos que nos han permitido recomponer el largo viaje de la evolución humana. Entre sus descubrimientos más importantes están el hombre de Kibish –el Homo sapiens más antiguo-, un cráneo de Paranthropus boisei (1969) y otro de Homo rudolfensis (1972).

Los ángeles de Leakey o las «trimates»

Además de los hallazgos antropológicos, Louis Leakey , el patriarca de la familia, fue uno de los grandes impulsores de la primatología. En 1957 apoyó con gran acierto a una jovencísima Jean Goodall en el estudio del comportamiento de los chimpancés.

Su ojo clínico se repitió en 1966, cuando infundió a Dian Foseey la importancia de estudiar los simios para comprender la evolución humana. Esta zoóloga norteamericana se convertiría con el paso de los años en una de las más reconocidas científicas en el estudio del comportamiento de los gorilas.

Tres años más tarde, al finalizar una conferencia, Biruté Galdikas le abordó con la pretensión de conseguir un impulso en su iniciativa para estudiar orangutanes. Tan sólo dos años después, con la ayuda del paleontólogo, la joven se encontraba en Borneo estudiando estos simios.

Jean, Dian y Biruté se convirtieron, de esta forma, en los «ángeles de Leakey» , término acuñado por Galdikas en clara alusión a la famosa serie televisiva. Un calificativo mucho más romántico que «ape ladies» (damas-mono) con las que se las conoció durante algún tiempo.

No sería justo terminar este repaso genealógico sin citar, aunque sea de pasada, a Colin Leakey (1933-2018), fruto del matrimonio entre Louis Leakey y Frida Avern, su primera esposa. Este científico fue una autoridad reconocida internacionalmente en el estudio de las legumbres .

M. Jara

Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.

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