El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, durante su conferencia
El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, durante su conferencia - inés baucells

Fernández rechaza que Barcelona sea una «pedanía» secesionista de la Generalitat

«Si hay algo que le es profundamente antipático a Trias es lo genuinamente español», ha dicho el alcaldable del PP

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El presidente del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha arremetido contra la conversión de esta ciudad en una "pedanía de la Generalitat" en una conferencia pronunciada en el hotel Atenea titulada "Barcelona, sentimiento capital". En este sentido, criticó al alcalde convergente, Xavier Trias, de poner Barcelona al servicio del proyecto secesionista del presidente Artur Mas. Por contra, el candidato del PP a la alcaldía apuesta por "una ciudad en la que cuente la opinión de todos, no la de una mayoría más teórica que real; en la que no sobre nadie, una ciudad de barceloneses, no de buenos o malos catalanes". Fernández quiere "recuperar la mejor Barcelona, plural, y de libertad: Capital mundial de la edición en castellano que refrende nuestro bilingüismo, Capital de Cataluña y una gran Capital de España".

En su discurso, el dirigente popular advirtió de que "para los intereses del nacionalismo, el auge y fortaleza de Barcelona son un obstáculo. Un escollo que el Gobierno municipal de Xavier Trias se está encargando de liquidar. Es mucho lo que ha hecho Trias para desdibujar a Barcelona, para equipararla al resto de Cataluña, para convertir el Ayuntamiento de Barcelona en pedanía de la Generalitat, para que no destaque, para que no sobresalga, en definitiva, para que no sea diferente a otras capitales de comarca". y advirtió de que "Barcelona se acaba cuando el Alcalde cruza la Plaza Sant Jaume y entra en la Generalitat".

El dirigente popular afirma que hay varios ejemplos de ese "virus reduccionista" que "Trias ha logrado inocular", como el mercado del Born, donde se "optó por hacer del mercado un mausoleo del nacionalismo victimista, un lugar donde recordar supuestos agravios, un espacio donde conmemorar el mítico Tricentenario de 1714 y distorsionar la historia, todo al módico precio de 74 millones de euros. Por eso, incurriendo en censura, se vetó que la plaza del Rey y el Saló del Tinell sirviesen de plató para el rodaje de la serie de TVE 'Isabel'".

Ha aludido a la retirada de la placa de la Constitución que, desde 1834, estaba instalada en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, "Sobrevivió a dictaduras, republicas, guerras civiles y revoluciones, a 30 años de tripartitos, pero no a Xavier Trias, que sí permitió que en ese mismo espacio se colocase un reloj independentista contrariando las ordenanzas municipales además". También ha criticado la conversión del Museo Etnológico "en un museo de identidad catalana".

"Parece que para este Ayuntamiento, todo lo que no sea su visión catalana molesta, pero si hay algo que le es profundamente antipático es lo genuinamente español. Y no hay nada más hispánico para el independentismo que un torero. El Parlament ya prohibió los toros y el Consistorio lo hizo de manera tácita cuando rechazó la foto de un torero para anunciar la exposición World Press Photo". El alcaldable por Barcelona, por contra, apuesta por "una ciudad trilingüe y de sociedad y, por tanto, de libertad. Yo quiero un Barcelona donde el trilingüismo se implante en nuestras escuelas".

A su juicio, "Trias es un alcalde que no gobierna y que quiere convertir Barcelona en la increíble ciudad menguante quitándole su perfil y vaciarla de su esencia". Le ha acusado de "poner el Ayuntamiento al servicio de la independencia utilizando la proyección internacional de Barcelona, y su potencial económico para paliar las carencias de la Generalitat".

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