La oposición tilda de «burla» y «estafa» los presupuestos catalanes de 2015

La oposición ha tildado de "estafa" y de "burla" los presupuestos de la Generalitat para 2015, que hoy pasarán su primer trámite parlamentario gracias a ERC, que pospone su decisión final a la espera de que el presidente Artur Mas convoque elecciones anticipadas antes de fin de año. Cinco de los grupos parlamentarios, PP, PSC. ICV. CUP y Ciudadanos presentaron enmiendas a la totalidad a unas cuentas que serán votadas mañana y que fueron presentadas por el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell. Estos presupuestos han sido cuadrados en base a la deuda “histórica” de 2.200 millones que, según la Generalitat, tiene el Gobierno con Cataluña (disposición adicional del Estatuto sobre inversiones, fondo de competitividad y compensación por la impugnación de la tasa sobre depósitos bancarios).

“Batallaremos sin descanso para reclamar esas cifras y estoy convencido de que contaremos con el apoyo de este Parlamento”, ha dicho el consejero.

Los presupuestos de la Generalitat prevén unos ingresos de 21.042 millones y un gasto de 23.448. Mas-Colell confía en que la recuperación económica comportará un aumento de la recaudación tributaria. Criticó el “injusto” límite de déficit fiscal para 2015, fijado en un 0,7% del PIB, y la política de “recentralización” del Estado. El consejero se ha negado a replicar las intervenciones de los grupos.

El portavoz parlamentario del PSC, Maurici Lucena, defendió su enmienda a la totalidad tras recordar que, como han admitido miembros del Gobierno catalán, que sin un relato nacionalista, Cataluña no habría resistido unos recortes de 6.000 millones de euros. Lucena ha dicho que hay recuperación macroeconómica, pero aún hay riesgo de exclusión social en Cataluña y desigualdades. “Las cifras que definen la salud social de Cataluña son devastadoras, lo que exige un buen presupuestos que contemple una gestión eficiente, una atención a colectivos vulnerables y una visión realista de la recuperación económica”, ha dicho. Ha recordado que desde que gobierno Artur Mas, nunca se han aprobado los presupuestos cuando tocaba. Ha criticado que partidas como vivienda, educación y sanidad bajen, mientras que “siempre hay partidas para Presidencia, ustedes tienen escasa conciencia social”. “¿Qué burla es esta de asegurar que el Gobierno, con el que no se habla y si lo hace, es a través de los tribunales, pagará 2.500 millones?”, se ha preguntado el socialista, quien ha criticado que los presupuestos se intercambien con ERC con un adelanto electoral.

Por parte del PP, su portavoz, Enric Millo, también defendió una enmienda de devolución de las cuentas. Ha calificado de “estafa” los presupuestos de 2015, siendo la ley más importante de un curso parlamentario, y ha reprochado a Mas-Colell que los plantee “con deslealtad al Gobierno y a los catalanes, porque son irrealizables. La política independentista perjudica seriamente la salud económica catalana”. Millo ha dicho que no entiende que “no se les caiga la cara de vergüenza cuando abren nuevas embajadas y suben las partidas a medios de comunicación mientras anulan las ayudas a guarderías”.

Josep Vendrell, representante de ICV-EUiA, ha dicho que el Gobierno catalán “no garantiza la estabilidad, ni la confianza ni solidaridad con la gente que peor lo pasa con la crisis, ni fiabilidad”. Ha dicho que CiU y ERC utilizan los presupuestos para imponer sus hojas de ruta hacia una “independencia exprés” y “nosotros no entraremos en ese juego”. Por eso ha pedido a ERC que no acepte el “chantaje de CiU y rechace los presupuestos”.

El diputado de Ciudadanos , José Manuel Villegas, ha asegurado que “los presupuestos de 2015 son un fraude y una trampa que no se creen ni el propio Gobierno de la Generalitat ni ERC porque sus agendas marcan que antes de su aprobación se convocarán elecciones anticipadas”. Ha afirmado que las cuentas “están enfocadas a la construcción nacional y no a las necesidades de los ciudadanos”.

El diputado de la CUP David Fernández cree que las cuentas son "una declaración de guerra a las clases populares" ya que consolidan los recortes y siguen "el dictado de la Troika", pues no responden a las necesidades reales de los ciudadanos.