'La valla': El alcalde de Cádiz ya tiene su advertencia
Interesante la presentación y el popurrí, y es que la agrupación se crece en las partes fijas, donde se sienten más cómodas en la composición y en la interpretación
Muy pegadiza la melodía de presentación de 'La valla', que bebe de influencias latinoamericanas, de la canción protesta, y que además es la pieza mejor interpretada por un grupo que impresiona en su puesta en escena. La comparsa de Marta Ortiz ha dado un paso más en su sendero, aún embrionario, y a su concepción feminista le ha unido la denuncia social y política por el drama de la inmigración que avergüenza a Europa.
En los pasodobles se advierte la mano de su autora, cuya militancia ideológica impregna el repertorio. Hasta en el recuerdo a sus abuelas, en la copla a sus mayores, hay una profunda conciencia de clase obrera. Más dura la letra contra el alcalde Bruno García por sus dispendios, que amenazan con elevar de nuevo la deuda de la ciudad. «Aprovechen y disfruten lo votado».
Buen cuplé, con maldad y ofensa, a los rocieros. Picantón el segundo, a su mollete que no es de Antequera.
Interesante popurrí, y es que la agrupación se crece en las partes fijas, donde se sienten más cómodas en la composición y en la interpretación. Es la comparsa más madura y redonda de este grupo que siempre aporta algo diferente y especial, con una visión femenina y feminista que encaja en un Carnaval huérfano de ella. Equilibran la energía, potencia y afinación de otras competidoras con su sensibilidad y su intención. Pero la última valla se le escapa a sus fuerzas.
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