Carnaval de Cádiz

El Sheriff: «Los ofendiditos hacen mucho daño a la chirigota; parece que hay más censura que antes»

Juan Manuel Braza, chirigotero y pregonero de este 2024, se encuentra ante el mayor reto de su vida: ser un malaje; «Los patosos y abusones son los que sacan el Grinch que llevo dentro»

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Juan Manuel Braza 'Sheriff'. Francis Jiménez
José María Aguilera

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Juan Manuel Braza Benítez se prepara para disfrutar del Carnaval de su vida. 'El Sheriff' ha entregado su existencia a a esta afición que en su figura alcanza su máxima expresión de folclore y tradición. El pasodoble santo y seña de un estilo propio, el ritmo desenfrenado de sus interpretaciones, la sonrisa perpetua en su rostro... y esto durante casi 40 años. Por ello, no es que sea complicado, resulta imposible encontrar en Cádiz y parte del extranjero alguien que se oponga a su nombramiento como pregonero, prácticamente por aclamación popular.

Como los héroes, como los grandes mitos, el Sheriff ha alcanzado el cielo ('Caimán', Aleluyas', 'Los aguafiestas', 'El escuadrón de los jartibles', 'Los pringaos, 'Las madrinas', 'Los caraduras'...) y besado el suelo, quizás en demasiadas ocasiones. Es más fácil golpear a quien no se queja, fastidiar al que nunca se enfada.

El aficionado (porque ese papel se lo ha encomendado él, el gran AFICIONADO), le ha entregado este maravilloso caramelo en un 24 que además él mismo estrena, en una sesión muy atractiva y compartiendo camerinos con Selu García Cossío. Braza se ha impuesto un objetivo este año: disfrutar. Porque será el Carnaval de su vida.

-Le nombran pregonero en pleno proceso de creación de la chirigota y días después el caprichoso sorteo le lleva a actuar el primer día del Concurso más tempranero. ¿Cómo lo ha llevado? ¿Ha podido digerir algún polvorón?

-Pues fíjate, que ahora me alegro. Porque la chirigota a principios de enero ya está montada, así que estoy centrado en el pregón, pregón y pregón. Hasta ahora me he dedicado a la parte técnica: artistas, decorado, producción, músicos... Y de hoy en adelante, cuando suelte los nervios del primer día, me pondré con los textos, que ya hasta tengo uno redactado.

-¿El Grinch de Cádiz ya está hecha?

-Con la chirigota ya tengo siete pasodobles, ocho cuplés, popurrí, presentación... Lo que falta es algo fresquito que irá surgiendo con el Concurso, y para eso tengo a mis dos autores.

No queda otra. Cuando me nombraron pregonero, después de a mi familia llamé a Roberto (Gómez) y Juan (Pérez) y fui claro: 'Tiro para adelante pero tiene que ser con vuestra ayuda'. Me dijeron; 'Dedícate al pregón, nosotros nos echamos a la espalda la chirigota'. Se han echado mucha responsabilidad en lo alto este año.

Un pregón chirigotero noventero

-Esta noche entonces será un antes y un después este año.

-En cuanto cante hoy, del tirón al pregón. Iré a ensayar cuando pueda aunque faltaré algunos días, que no es habitual en mí. En cuanto al pregón, no me preocupan los textos, sino el engranaje, ensamblarlo todo.

-¿Y cómo va a ser esa cita en San Antonio? ¿Qué me puede adelantar?

-Que todo el mundo que participa va a ser prácticamente de Cádiz. Será un pregón muy gaditano, de chirigotas y muy de los años 90. Yuyu, Love, Selu, Noly... y el Sheriff. Serán personaje de una historia en la que todos tienen su papel.

Hay un hecho relevante. Hace justo 30 años de Caiman, la chirigota que a mí me catapultó. Muchos seguidores me reconocen que se engancharon al Carnaval por Caiman, que coincidió en un año muy bueno con 'Las viudas' y 'Los titis'. A la juventud le caló, porque era una chirigota muy alegre, con mucho gusto.

-¿Qué supone para el Sheriff ese nombramiento?

-Yo con el pregón he tocado la cima. Son 38 años saliendo, desde 1987. Me ha gustado tanto el Carnaval que nunca he dejado de salir, y eso que no siempre he estado en la Final, ni mucho menos. He sacado chirigotas buenas, malas y regulares, y de todas se aprende. Sigo aquí porque me gusta, me lo paso bien y conecto con la gente. He sido Antifaz de oro, Dios Momo, Baluarte del Carnaval, y algún año tocaba esto.

Recuerdo ahora que mi primer acto en el 87 fue hacerle el cortejo a Fletilla, que era pregonero, con mi chirigota de 'Los feicios'. Lo miraba y decía... uff. Fletilla. Y ahora me ha tocado a mí.

«Lo más importante es conectar con la gente»

-¿Y qué es lo que hace para que, casi 40 años después, todavía tenga ganas de salir cuando muchos de sus compañeros ya han dado el paso al costado?

-En el momento en que te subes al escenario, lo más importante es conectar con la gente. Si alguna vez no disfruto ni conecto, me iría apartando, al menos de la primera línea, porque quitarme de en medio es imposible ya que me gusta mucho. Este año hasta le he hecho el pasodoble a la comparsa de mis niñas, la que escribe Rober Gómez.

-¿No le han salido chirigoteras?

-Empezaron con los coros y el salto lo dieron a la comparsa. Pero sí, tienen su vena chirigotera, ¿quién sabe en un futuro? La verdad que faltan mujeres en las chirigotas.

-No sólo suma muchos años, sino que ha estado en finales hasta en cuatro épocas distintas, ¿cómo es posible esa evolución?

-Lo importante es reciclarte. A mí me ha venido muy bien la frescura de estos dos chavales, de Rober y Juan. Hay que escuchar y aprender. Yo recuerdo que en mi época yo veía antiguo a Juan Rivero. Me imagino que ahora me verán viejo a mí. Yo me veo con ganas, quiero seguir, y por eso me rodeo de gente que me ponga las pilas y me adapté a los tiempos que hay. Tengo que cambiar la forma de escribir, aunque no pierda la esencia, pero no se puede escribir igual que en los 80 o 90. Las risas, los chistes, no son los mismos. Y encima hay que luchar contra las nuevas tecnologías. Antes robabas el chiste en un bar y lo adaptabas, y ahora en un segundo ya está en el móvil.

La censura en Carnaval

-¿Cree que las nuevas tecnologías es lo que más daño está haciendo al humor de las chirigotas?

-Perjudica mucho más los 'ofendiditos'. Creo que hay más censura que antes. Una censura autoimpuesta. Antes te la imponía el Régimen, ahora es la misma sociedad y la gente. Le cantas a un calvo y te sale una asociación de calvos metiéndose contigo. Sin embargo, en la calle puedes decir lo que te salga del 'alma' y es gracioso porque has dicho 'alma'. Nosotros teníamos que aguantar mucho al Lulu, porque era más de callejeras y le caían muchos palos. Ahora mismo hay cuplés antiguos que no se pueden cantar.

-¿Le afecta mucho la censura?

-Mucho, pero me corrijo. Yo llevo un pasodoble al grupo que me sirve de filtro. El otro día llevé una letra que decía 'mi parienta'. «El pasodoble está muy bien, pero quita esa palabra». me dijeron.. Me quedé sorprendido, pero si lo ven estos cuatro, será verdad. Se lo comenté a mis hijas y me decían lo mismo. Llevaban razón. Eso es aprender, si no eres un dinosaurio.

-¿Cuál es el secreto del pasodoble del Sheriff?

Intento que la música vaya acorde con el tipo. Los panchitos suenan a mexicano, los aleluya a música coral. ¿Los mosquitos? metimos el zumbido. Siempre hay algo. Y el soniquete que no se pierda. La métrica es la misma. Yo la aprendí de Pepe el Habichuela, que es de los mejores junto al Noly. Sus tríos no los ha hecho nadie igual. Empieza un poquito de 'chirigoteo', bajar, pianito, trío y salir. Es un minuto y medio, no tiene más.

Es importante el grupo. Si no cambias todos los años, va ganando un timbre. Lo mantienes y por eso, aunque la música sea distinta, suena a Sheriff.

-En una entrevista, Noly me confesó que él tenía miedo no a copiar a los demás, sino a plagiarse a sí mismo. No sé si eso le ocurre a usted.

-Sí. Además, mi grupo me lo dice. 'Esto se parece a tal', y digo, 'verdad'. Son muchos años, muchas músicas. Ocurre lo mismo con el tipo. Que siempre sale uno diciendo que eso ya ha salido. Pues claro, pero hay que reciclarlo y tienes que llevártelo a tu terreno.

-De Grinch no ha salido nadie.

-De Grinch no ha salido nadie. Aunque seguro que ha salido de un malaje o un gruñón. Bueno, de Grinch ha salido una chirigota que son amigos míos de La Línea de la Concepción, y los llamé por teléfono. Es verdad que ahora está muy de moda, o será la sugestión pero yo lo veo por todos lados. Estoy obsesionado.

Nosotros lo enfocamos al Grinch de Cádiz, no sólo de Carnaval. Cádiz, Semana Santa, el fútbol... Soy un 'gadita' pero me he transformado.

-Es un personaje atrevido, de esos que pasean por una delgada línea.

-Sí. Además, lo saqué sin saber que era pregonero. Queda raro que una persona que ha sido elegida pregonera vaya de malaje, pero vendrá bien para que se vea el contraste. Que esto es cachondeo.

-Es que usted de malaje...

-Cuesta jajajaja. Mis pasodobles de presentación siempre han sido un piropo a Cádiz, así que me ha costado mucho este año el primero de ellos.

-¿Qué es lo que saca su Grinch a pasear?

-Yo no siempre me estoy riendo. A mí los patosos me ponen de mal humor. Me sacan el Grinch que llevo dentro. Y cuando el Cádiz pierde, también. Me dan coraje los patosos y los abusones.

-¿Cómo espera esta primera sesión de Concurso en el Falla?

-Va a ser un día muy bonito porque coincidimos con el Selu. Como hace 30 años, que estuvimos juntos en la Final los Titis y Caiman, la chirigota que me marcó. Y tres décadas después, siendo a la vez pregonero, al final todo está relacionado.

-Se le ve muy ilusionado con el pregón. Pero mucho, mucho. Le brillan los ojos cada vez que lo menciona.

-Es mucha responsabilidad sacar chirigota y hacer pregón, pero tenemos que centrarnos en disfrutarlo. Esto no me va a pasar más en la vida. Y si voy a hacer un pregón y voy a estar acojonado, angustiado, amargado de si va a gustar o no... Tengo que aprovechar el momento y pasarlo bien. La chirigota mala no va a ser. Y el pregón malo tampoco va a ser, y estoy seguro de que estará a la altura.

-¿Cómo ve la modalidad de chirigotas?

Bien. Se han abierto campos, han llegado nuevos autores. Está la de Manolín y ahora la de Carlos Pérez, que seguro será un pedazo de chirigota. El grupo del Canijo, las de siempre, la de Rota también me gusta mucho, vuelve el Selu. Tenemos la baja de Vera, que esperemos se incorpore pronto. Esta Sevilla, Chiclana... Son muchas y me encanta. Cuanta más chirigotas y buenas, mejor. La modalidad se refuerza y tú te esfuerzas más.

-En su vida ha tenido que sufrir grandes palos, cajonazos gordos. ¿Cree que no ha sido suficientemente valorado?

-En el Carnaval encorsetado, el purista, el más veneno, el que tiene sus clanes, el de la mafia... con esa gente no, a mí no me ha ido bien. Como yo canto y me voy para Loreto, y no voy criticando por los bares, pues no me ha ido bien. Yo a los bares voy a comer y beber, a vender o a cantar, pero no a criticar. En el Carnaval, como en otros sectores, hay un mundo donde se dan puñaladas. Y como yo no entro por el aro, si te tienen que hacer pupa, pues te la hacen porque sabes que no los vas a criticar, que nos vas a protestar. Pero con el aficionado nunca he visto una mano negra. Si la viera, no saldría.

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