Nene Cheza no se guarda ni una en este concurso. Si en preliminares arremetía sin piedad contra la Asociación de Comparsistas, el pase de cuartos le ha servido para despachar una crítica demoledora contra una comparsa femenina —no la ha referenciado— que presuntamente habría negado la participación a una mujer transexual. Se trata de «una amiga que para la Biblia y la iglesia es un maldito veneno».
Era el primer pasodoble. Aunque muy ovacionado, sospechamos que esta letra, controvertida y valiente, podría traer cola. La segunda letra de estos bohemios está dedicada a una abuela que por fin vive para ella. Ha tenido que morir su marido para que ella empiece a vivir. Un tema acertadísimo, un pasodoble conmovedor.
Los cuplés, al crossfit, disciplina que practica cada miembro de la comparsa, y al hecho de hablar con las plantas con el objetivo de que crezcan sanas. Aunque mejor el segundo, resultan poco más que un trámite para dar paso al hermoso estribillo dedicado a la Caleta y sus milagros.
José Luis Zampaña 'Zampi' se ha unido este año a Nene Cheza en la autoría de un grupo que canta con una sutileza irresistible, que calibra cada subida, que exprime cada susurro, que canta con garra cuando el verso lo requiere, pero afina cada nota...
Son profetas que habitan en la resbaladera de la Caleta. Un «gaditano que a las murallas se aferra y que sangra por sus manos los dolores de su tierra», tal y como describen en su presentación. En torno a su universo gira todo el popurrí, cuajado de evocaciones poéticas. Hay cuartetas, como esa en la que se refugian de la tormenta —agentes externos que hacen daño a Cádiz—, que resultan un prodigio.
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