Lo mío es peor: una chirigota para envejecer en el Falla

Chirigota

Lo mío es peor

• Autor Diego Letrán, Curro Quintanilla, Carlos García y Marcos Nogueroles

La chirigota de Alcalá de Guadaira (Sevilla) ha llegado al Falla para quedarse. No será, presumiblemente, por mucho tiempo en esta edición, pero es un debut muy digno. Diego Letrán, Curro Quintanilla, Carlos García y Marcos Nogueroles están al frente de un repertorio equilibrado, con su buena octavilla, sus buenos golpes y también, cómo no, con alguna carencia.

'Lo mío es peor' son mujeres pensionistas en la sala de espera del médico. No pueden esperar al pasodoble de presentación, que es donde tendría más adecuado encaje este piropo, y cantan a Cádiz ya en el final de la primera pieza.

La tanda de pasodobles tiene su cara y su cruz. Por un lado, salen airosos de la arriesgada fórmula 'yesterday': humor para los primeros tercios; emoción o crítica para la segunda parte. El caso de la primera letra es una crítica a la hipocresía de los cristianos que practican los ritos religiosos para lavar su conciencia.

El segundo tiene menos interés. Aprovechando que su nieta baila reguetón en el tramo humorístico, se revuelven contra el mensaje de ese género musical. Una letra de cara a la galería, de esas con las que se mira con un ojo al público y con el otro al jurado.

Además de que este año han coincidido con un año de buen nivel en la modalidad de chirigota, todo apunta a que lo que les dejará fuera de cuartos será la tanda de cuplés, no especialmente inspirado. El primero iba a ser para Quique Miranda, pero acaba siendo para Juan y Medio, mientras que en el segundo se ocupan del cambio climático.

En el popurrí sacan su lado más deslenguado con chistes verdes no explícitos. Están simpáticas las cuartetas coreográficas. Es un buen pase, habida cuenta de que, insistimos, era el de su debut.