Joseja Puerto ha traído una comparsa bien cantada y llena de energía, ideal tal vez para los tiempos que corren. Sin embargo, el repertorio se diluye entre mensajes vacíos al que se le ven las costuras prácticamente desde la presentación, dedicada a la fiesta de la vida, que, de paso, tiene muchas resonancias carnavalescas.
Los pasodobles, sin embargo, son dos dramones de categoría. A Luis Rivero, al frente de la música, le ha quedado, por cierto, un tanto largo. La primera letra está dedicada a su abuelo, que murió abandonado por las políticas sanitarias de su gobierno. La segunda es otra tragedia. Esta vez sobre el duelo que supone perder a un hijo.
Aprovechando la incorporación de Jesús Selma 'El Melli', se suman a la moda de interpretar los cuplés de dos en dos... ¡en una comparsa! Habría sido un reseñable hito si fueran desternillantes, pero tampoco es el caso, por más que refirieran el aspecto que gasta Martínez Ares o la tan exitosa película de Barbie.
En el estribillo proponen una fiesta para combatir la rutina y la ansiedad... La comparsa está repleta de buenos sentimientos. ¿Quizás demasiados? No se considera uno un malaje, pero así de parte domingo tanta energía... Les ha quedado un repertorio festivo y vitalista, pero intuímos que les pesará la carencia de profundidad.
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