AutoresJose Javier Puerto, Luis Rivero, Jesús Selma y Fernando Manuel Rodríguez
Los enemigos son estos cuatro reyes de la baraja de naipes: espadas, oro, copas y bastos. Buen fichaje de la comparsa de Tocina (Pueblollano, A base de palos...), monarca de la octavilla. La presentación suena rotunda, solvente, contumaz. El grupo impone. Tiene porte de comparsa, manteniendo siempre reconocible la melodía del tenor y con brillo en los agudos, sostenidos por una segunda muy profunda. «La partida ya está a punto de empezar».
El pasodoble melódicamente contiene partes agradables y bien engarzados, aunque reduciría un poco el volumen al final y los aspavientos a pie de foso. Ya el mensaje es suficientemente contundente y no necesita de otros impulsos más artificiosos. La primera letra a Juan Roig, presidente de Mercadona, que funciona bien seguro pero tal vez demasiado populista. Y el segundo al abandono de nuestros mayores, personificado en una viejecita que se encuentra en la calle Rosario. Mejor interpretación y música que literatura.
Malas cartas en los cuplés, sin duda.
El popurrí le sirve al autor para desarrollar metafóricamente el papel de cada uno de estos reyes. El dinero, el vicio, el poder, la traición. Hay buena intención y considerable ejecución, con cuartetas interesantes y además con alternancia en los estilos y en el cante. Finalmente exponen también sus virtudes, pues todo en esta vida depende del uso que le dé el ser humano. Nadie controla las cartas que te pueden tocar, pero en tu mano está lo importante que es saberlas jugar. Comparsa que tiene su hueco en cuartos, sí o sí.
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