Desgracias y telonazo con arte de los desgraciaítos

Si generalmente se dice que el público ovaciona a una agrupación cuando se sube el telón, en esta ocasión se puede decir que los aplausos llegaron antes de subir el telón. Y es que la chirigota cantó la práctica totalidad de su repertorio con el telón bajado. Un fallo (en esta ocasión, traído al tipo) en el alzamiento del cortinaje les hizo cantar adelantados en la escena y sin forillo. «Cuando se lo dije al grupo, se quedaron flipados... pero están locos, siempre me siguen y Fermín, el primero; es una suerte contar con ellos», resumía Antoñito, director de la agrupación.

Lo cierto es que no es en absoluto habitual que una agrupación interprete casi el 100% de su repertorio a telón bajado, «creo que durante tanto tiempo hemos sido los únicos», analizaba Antoñito al final del pase, para acto seguido reconocer «eso sí, todo esto es un complemento, lo importante en el Concurso son las letras, que creo que también han pegado».

Y es que cantar con el telón bajado no es fácil. La resonancia y la manera de interpretar varía, lo que ha exigido un plus de ensayos. Algo parecido realizó el cuarteto Brigada Amarilla (Agüita con nosotros), de Morera, pero solo durante la parodia.

Si a las desgracias ficticias supieron sacarle partido, no fue menos lo que hicieron con los problemas reales. Hay que recordar que la agrupación sufrió un incidente en preliminares por la supuesta prohibición de anunciar bebidas alcohólicas.

Ellos están convencidos de que lo hicieron bien, pese a que en su primer pase, apareció el cartel de publicidad de Barbadillo al revés. Ellos han seguido la broma y en la caja y el bombo llevaban la publicidad al revés también, 'dillo' y 'Barba'. En un cartel de publicidad repetían el mismo mensaje (con la mala suerte, que al manipularlo se rompió, to le pasa a ellos).

«Ahora sí que hemos cantado disfrutando», afirmaba sonriente Antoñito. «El tipo pedía estas locuras y el público nos lo demanda, son las cosas que quieren de esta chirigota».