Coac 2023

«La comparsa de la Cantera el año pasado era puro Carnaval... ahora es puro Cádiz»

Carnaval de Cádiz

Sergio Guillén, 'Tomate', se muestra orgulloso de su grupo, que esta noche se subirá a las tablas del Falla con El embrujo de Cádiz

El Tomate y el Piru, una de las parejas doradas del COAC. NAcho Frade
Andrés G. Latorre

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay, como con todo en la vida, parejas bien y mal avenidas. Parejas de compromiso y parejas que funcionan como si fueran uno solo. Tal sucede con el taándem del Tomate (Sergio Guillén) y Piru (Antonio Jesús Pérez), autores de música y letra de la comparsa de la cantera, que este año se presenta con 'El embrujo de Cádiz'. El segundo puesto del año pasado con Después de Cádiz ni hablar ha hecho que la agrupación, pese a ser de las que despierta más simpatías dentro del COAC por la juventud de sus miembros, haya perdido la piel de cordero.

La comparsa cantará este año en quinto lugar. Y lo que esperan, confiesa Tomate, es, sobre todo, «disfrutar». El autor se emociona cuando habla de su agrupación, solo un poco menos que cuando los ve en el escenario. «Somos una familia, para mí lo fundamental es que disfruten. Ésa es nuestra filosofía desde Los niños sin nombre y la queremos mantener». Muestra de su carácter familiar es que el grupo apenas ha sufrido cambios desde que dieron el salto a la categoría de adultos. «Sólo se ha incorporado Pepe, el Caja, que tiene también 18 años».

Repetimos, que sean jóvenes no quiere decir que no tengan experiencia. «Se podría decir que son un grupo de chavales de 20 años pero que son carnavaleros de más de 30 por las ganas de superarse que tienen siempre, siempre quieren un poco más allá», insiste el Tomate.

La propuesta para este año mantiene el nombre de Cádiz, pero cambia el enfoque. Sin querer hacer demasiado spoiler, si en el pasado COAC el protagonista era el propio Carnaval, en esta, será Cádiz la que esté en el centro.

Vínculo con la cantera del Carnaval

Cuando se habla de la comparsa, en la mayoría de los casos no se dice Los niños sin nombre, la Ciudad de Dios o Después de Cádiz, ni hablar. Se les nombra símplemente como los niños o la comparsa de la cantera. Un nombre que la agrupación lleva con orgullo. «Cómo no nos va a gustar, si es lo que somos».

«Para nosotros, lo más bonito es estar cantando en la calle y que se arremolinen los chavales a escucharnos, a aprender, que se sientan identificados con nosotros, que tengan dónde reflejarse», confiesa con orgullo una de las mitades de la creatividad de esta comparsa.

Su otra mitad, es el Piru, «un máquina» con el que confiesa que discute mucho en cada pasodoble «porque los dos los sentimos mucho, nos duele lo que hacemos». Pero que nadie piense en que eso significa que haya mal rollo con quien «además de mi coautor en la comparsa es compañero de trabajo... y hasta vamos a entrenar juntos». «Piru es buenísimo... tanto que a veces le tengo que decirle que no escriba tan bien y baje un poco las letras», bromea con orgullo el Tomate.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación