coac 2024

La callejera invisible: la chirigota de Molina y El Melli renueva las partes fijas en la final del Falla

La agrupación de Chiclana arriesga en la última fase del concurso y el público lo agradece al grito de ¡Chirigota!

Orden de actuación de la Gran Final del COAC 2024

Chirigota La callejera invisible Manuel Fernández

Jaime Cedillo

Cádiz

Chirigota

La callejera invisible

Imagen - La callejera invisible
  • Autor Jesús Selma 'El Melli' y José Molina

La vigente campeona en chirigotas ha venido a defender el primer de 2023 con uñas y dientes. La agrupación de Chiclana liderada por Jesús Selma 'El Melli' y José Molina ha traído las partes fijas renovadas. La presentación, al completo; el popurrí, hasta la última cuarteta. Serio riesgo que, además, ha funcionado. El público ha agradecido semejante arrojo.

Hacia el final del pase de semifinales descubrimos que esta chirigota callejera, encerrada por decir tacos, se fugaba de la prisión. Vuelven a Correos por carnaval. La nueva presentación arranca con la melodía de 'La oveja negra', comparsa que, precisamente, actúa a continuación. No les importaría que volvieran a encerrarles, deslizan. Sus penas son menos penas por cantar en la final. Gran golpe de efecto que no acabaría aquí.

El popurrí también es nuevo: «Somos la callejera invisible y esta es mi primera cerveza», dicen justo antes de relatar las aventuras de un día de carnaval. «Somos la callejera invisible y esta es mi quinta cerveza», continuaba el popurrí. Recuerdan un ligue en la cárcel con una limpiadora sordomuda. «Somos la callejera invisible y este es mi sexto cubata», advierten. Tras su fuga tienen tanto que hacer que prefieren entregarse. «Somos la callejera invisible. Feliz Halloween», concluyen.

La melodía del pasodoble se mantuvo. La primera letra es una reivindicación de los matrimonios homosexuales. Recrean el día de una boda entre dos hombres. «Esta pareja ya no se esconde», claman. Además, no necesitan una iglesia ni un Cristo que acredite su amor. «El miedo pasó a la historia y nos quitamos el velo», concluyen. Buena letra de un grupo que defiende su repertorio como pocos.

La segunda letra da cuenta de una cita con una chica. Aunque parece que es con un antiguo amor, se trata de su hija. Un ejemplo de cómo la custodia compartida puede llevarse con madurez. Aunque el amor se acabara, los padres se comprometieron a que fuera feliz.

En los cuplés advierten: «No intenten esto en casa». Humor de pelo, como es habitual en esta chirigota. Esos niños de la Cantera se han pasado de años, consideran. A Mari le apesta el toto: el Satisfyer hasta se puso una mascarilla. Tienen tan mala suerte que compraron una muñeca hinchable y ni siquiera abría la boca. Un humor muy de nicho. Veremos si el jurado se lo compra. Le alabamos el riesgo. Esto es la final del Falla.

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