Cádiz CF
Hay vida, hay esperanza
Ya hemos encontrado el camino, en el que aún aguardan arduas, encarnizadas batallas
En el momento más inesperado, en la jornada, a priori, menos propicia para la gesta, saltó la liebre de la ansiada victoria. Mieles del triunfo, cuyo dulzor casi se había olvidado ya por estos lares.
Más de siete meses sin ver a su equipo ganar constituían una losa demasiado pesada para una afición que poco a poco fue entrando en una agria madeja de pesimismo, hastío y decepción. Pero en fútbol todo es posible, y el hado azaroso de su devenir nos tenía reservada este triunfo épico ante uno de los más distinguidos gallitos de LaLiga.
Gran partido del Cádiz CF frente al Atlético y merecido triunfo, cuyos notorios precedentes ya se pudieron advertir en los duelos recientes ante Celta y Rayo. La progresión ascendente en el rendimiento y alto nivel competitivo mostrado por los amarillos en estos partidos permiten vislumbrar un horizonte menos oscuro y hasta generan una ráfaga de cierto optimismo, de la que tanto necesitaban hinchada y jugadores.
Esta línea hay que mantenerla hasta el final de la temporada, pues con lo hecho el pasado sábado sólo hemos apuntado nuestra candidatura a meternos en la pelea por la permanencia. Pues para conseguirla, hará falta un buen número de victorias.
Que se antojan posibles si la suerte acompaña y el bloque mantiene esta seriedad y equilibrio advertidos. En el que cabe destacar la recuperación y buen rendimiento de futbolistas como Víctor Chust, Kouamé, Sobrino y el aspecto diferencial de verticalidad y desborde con que deslumbra ese gran jugador en ciernes que es Rober Navarro.
A los que habría que sumar la importante aportación de los fichajes de invierno, ente los que destaca un inspirado Juanmi, que además de su incansable trabajo nos ha traído el gol, ese culmen tan decisivo y del que tan ayuno nos encontrábamos. Y superada la inicial perplejidad por lo exótico de su origen, el sirio Ousou firmó ante los rojiblancos un auténtico partidazo, revelándose como defensa sobrio, veloz y bien coordinado con sus compañeros.
Ya hemos encontrado el camino, en el que aún aguardan arduas, encarnizadas batallas.
