Chiclana

El único spa salino de Andalucía retoma su actividad

Después del éxito de ediciones anteriores, las Salinas de Chiclana retoman esta actividad terapéutica durante el verano

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Es un lujo difícil de cuantificar, ese por el que puedes sumergir la piel en agua cargada de sal y minerales. También es difícil de medir sentirse disfrutando de un espacio natural e histórico, en el que generaciones y generaciones de chiclaneros han dado el sudor de su frente por obtener un producto tan mítico como la sal. Y aunque parezca un placer inalcanzable será una realidad a partir de la semana que viene por 2,50 euros. Ese será el importe que costará disfrutar del primer spa salino ubicado en una salina natural. Por tercer año consecutivo, Salinas de Chiclana, ubicadas en las Salinas Santa María de Jesús, pondrá en marcha esta actividad, tal y como confirmó ayer Silvia Rodríguez, una de las monitoras de Alema Turismo y Medioamiente, la empresa encargada de la explotación del espacio.

Se trata de una actividad única en Andalucía y la segunda de España, por detrás de un spa de las mismas características que funciona en el Valle Salado de Salinas de Añana (Álava). En el caso de Chiclana, la actividad del centro de recursos ambientales coincide con los periodos de cosecha de sal en las salinas artesanales del espacio. «Nuestra intención era comenzar esta misma semana, sin embargo las lluvias de San Juan nos obligaron a aplazar el inicio», explica la monitora.

El spa se ubica en uno de los 30 tajos que posee la salina para la extracción de sal y preparado para tal efecto. En él, se emplea agua de los otros tajos, con una concentración de 250 gramos de sal por cada litro de agua. Dicho espacio está preparado con un enlosado de barro y una bancada que lo cierra en el que poder sentarse. La idea surge como un pediluvio/maniluvio, es decir para el baño de pies y manos. La alta concentración de la salmuera en sales minerales como el magnesio, calcio, hierro, zinc o yodo hace que tenga un tacto oleoso y que esté cargada de propiedades. De hecho, se recomienda «para combatir enfermedades inflamatorias de las articulaciones, artrosis, tendinitis, esguinces, recuperación postcirugía y postfracturas, problemas de eczemas, acné o psoriasis, alergias de pies y manos o reumatismos crónicos (artristis, artrosis y reunitis)», como explican desde el propio centro de recursos ambientales.

La actividad funcionará todos los días de la semana hasta el próximo mes de septiembre, cuando acaba la cosecha de sal. Durante ese tiempo, las horas de spa estarán limitadas a «las primeras y las últimas horas del día», como explica Silvia Rodríguez. En total son seis pases al día para grupos reducidos y con una duración máxima de 40 minutos, «los idóneos para sentir los beneficios de la sal».