Miembros del colectivo en la plataforma tranviaria de la calle Real. :: C. C.
SAN FERNANDO

Nace una plataforma para que se cumpla la sentencia del tranvía

El lunes acudirá al registro municipal para solicitar al Consistorio que se persone en la causa con la intención de que se ejecute la nulidad del proyecto

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Un nuevo movimiento antitranvía ha surgido en la ciudad como consecuencia de la situación de la calle Real, por los años que suman las obras sin que se sepa «si se hará o no realidad» y ante las continuas «molestias, caídas y problemas del tráfico» que existen por la actuación. Aunque, sobre todo, por la falta de cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que consideraba nulo el proyecto. Ante la falta de informes, de estudios y avalados por resoluciones legales, nace la 'Plataforma sentencia del tranvía' que busca precisamente que se haga efectivo lo pronunciado por el TSJA.

Y es que la sentencia no se hizo efectiva al llegar a un acuerdo la Junta con los afectados que llamaron la atención sobre una serie de fallos administrativos que conllevó la paralización de los trabajos. El colectivo entiende que el Ayuntamiento es el que debiera retomar las actuaciones judiciales ante los problemas que está causando la actuación y abrir una nueva rama en el proceso para que se ejecute la sentencia.

Juan José Fornell y José María Díez son sus portavoces y el próximo lunes acudirán al registro municipal para hacer llegar al alcalde, José Loaiza, sus solicitudes. Y es que además de pedir la personación del Consistorio en el proceso, también consideran necesaria la suspensión de las licencias de obras otorgadas por el propio Ayuntamiento así como que comunique a distintas administraciones y organismos la situación legal del proyecto.

«La situación se debe de revertir porque estamos matando a la calle Real y sus comercios. Echamos a las personas antes de que entren en la ciudad y los repartidores no saben nunca cómo llegar. Nadie sabe cómo llegar y nosotros somos una especie de GPS. Me duele mi ciudad y me duele ver lo que han hecho», dijo Aurora Sánchez, otra de las personas que está detrás del colectivo.