Gibraltareños se quejarán ante Bruselas por las colas en la Verja

Un grupo de gibraltareños y personas residentes en el Peñón viajarán a finales de este mes de enero a Bruselas, donde se reunirán con varios eurodiputados para trasladarles su malestar por las colas «ilegales y desproporcionadas» que se forman en la Verja y las largas esperas que deben soportar para cruzarla ya que, a su juicio, son «generadas por España».

El Gobierno del Peñón explicó ayer en un comunicado que en los últimos meses se han dirigido a él «varios ciudadanos preocupados que querían quejarse ante la Unión Europea de los retrasos generados por España en la frontera terrestre con Gibraltar» como consecuencia de los controles.

El «resultado de estas conversaciones», añadió, es que un grupo de personas irán a Bruselas para «protestar por las continuas colas ilegales y desproporcionadas» que se forman en la Verja.

El Ejecutivo de Fabian Picardo quiso aclarar ayer que no se va a involucrar en esta iniciativa, recordando que ya ha puesto en marcha las suyas propias en Bruselas. «Quienes participan lo hacen a título individual, independientemente de su trabajo, sus simpatías políticas o su afiliación», indicó.

Según se precisa en el comunicado, estos ciudadanos llevarán a cabo protestas junto al Parlamento Europeo y en otros lugares de Bruselas y entregarán una petición a los europarlamentarios.

En esa demanda, a la que cualquier persona se puede adherir a través de una página web, se explica que la libertad de movimiento de ciudadanos europeos a través de una frontera interna de la UE «está siendo socavada a diario por las acciones de las autoridades españolas en la frontera terrestre entre Gibraltar y España».

Esto «se debe a que España genera unas demoras deliberadas e innecesarias que provocan colas de peatones, motocicletas, bicicletas y coches para cruzar» la Verja, donde pueden llegar a esperar durante «muchas horas», continúa el texto, en el que se solicita a la Comisión de Peticiones que «investigue» este asunto.

Cabe recordar que un grupo de expertos de Bruselas viajaron en verano a la zona para comprobar si los controles eran los adecuados y no obligaron a España a modificar la vigilancia, pero sí a Gibraltar a endurecer la seguridad.