El grupo de vecinos consiguió, con su presión, paralizar el desahucio. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Chiclana

Presión social contra los desahucios

La comitiva notarial que debía levantar acta del proceso extrajudicial para ejecutar el desalojo no se presentó en el número 15 de la calle Sorpresa La familia que iba a ser embargada ayer logra ganar tiempo

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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«Si no se hace presión, se lo ponemos en bandeja a los bancos», explicaba ayer el presidente de la Asociación de Afectados por la Hipoteca, Juan José Sánchez, durante la concentración convocada en la puerta de la vivienda de María Cabeza de Vaca, última afectada en Chiclana por el drama de los desahucios.

Precisamente, presión social es lo que hicieron durante la mañana de ayer , en el número 15 de la calle Sorpresa, miembros de distintos colectivos, familiares, amigos y, en definitiva, chiclaneros que se solidarizaron con el caso de esta mujer, víctima de la violencia de género y con cuatro hijos, de los que dos (de 6 y 17 años) están a su cargo.

A la citación de las doce no llegó el notario encargado de levantar acta sobre el caso, puesto que el trámite se ha llevado a cabo por vía extrajudicial, «más barata y más rápida para los bancos», explicó Sánchez Romero.

La presión para hacer que la familia abandone su casa por medio de innumerables avisos y notificaciones, María se vio obligada a demandar judicialmente el pasado 3 de octubre «a un agente comercial de una de las empresas de Banesto por acoso y amenazas que recibieron en su domicilio», explicó el presidente de la asociación.

María Cabeza de Vaca no dudó en culpar a su ex marido de «todo lo que nos ha venido encima». Según aseguró, aunque existe una sentencia judicial que obliga a pagar la hipoteca a su antigua pareja, «él no se ha hecho cargo de nada desde 2010, cuando ya teníamos una deuda de 1.500 euros, eso es no querer a sus hijos».

A pesar de las circunstancias, María se mostró muy agradecida con todo el apoyo recibido durante la jornada de ayer y expresó sus intenciones de seguir luchando, «tengo que hacerlo por mis hijos, que no se pueden quedar en la calle, sin techo, y son lo único que tengo», explicó. Ante la ausencia de la comitiva notarial, Juan José Sánchez explicó que ahora el banco «puede intentar negociar con la familia un alquiler social o un pago adaptado, o llevarlo a la vía judicial, lo que podría dilatarse hasta diez meses».

Por su parte, María no cree en la negociación con el banco porque «a intenté pagarle cien euros al mes, lo que puedo, y se negaron. Lo querían todo».